TOKIO, 11 abr (Xinhua) -- Un marine estadounidense estacionado en la isla de Okinawa fue condenado este miércoles a cuatro años de prisión por matar el año pasado a un japonés de 61 años cuando conducía bajo los efectos del alcohol.
Los fiscales habían pedido inicialmente seis años de prisión por el crimen, pero la Corte del Distrito de Naha sentenció al marine de 22 años, Nicholas James-McLean, a cuatro.
Según la sentencia, James-McLean se saltó un semáforo en rojo cuando conducía embriagado un vehículo militar de dos toneladas e impactó contra una furgoneta a 88 kilómetros por hora, causando la muerte de su ocupante.
"Fue extremadamente peligroso y su negligencia es grave. El acusado no puede evitar la condena a prisión", dijo el juez que presidió el tribunal, Toshihiro Shibate, citado por los medios locales.
James-Mclean fue arrestado tras el suceso en las primeras horas del 19 de noviembre y la policía comprobó que circulaba tres veces por encima de la velocidad permitida y además bajo los efectos del alcohol.
Okinawa, la prefectura más meridional del país, acoge el grueso de las bases militares estadounidenses en Japón.
Los residentes y las autoridades locales han mostrado cada vez más su enfado por el ruido, la contaminación y los accidentes de aparatos aéreos vinculados a los militares estadounidenses.
Tras el asesinato de una joven japonesa de 20 años en 2016 por un empleado de una base estadounidense y la oposición a la reubicación de una polémica base militar dentro de la isla, los habitantes y las autoridades de Okinawa han redoblado sus llamamientos para que algunas de las bases estadounidenses sean reubicadas fuera de la prefectura o fuera de Japón.