Por Victoria Argüello
BUENOS AIRES, 22 abr (Xinhua) -- Para que haya inversiones "tiene que bajar la inflación" en Argentina y si no lo hace "es difícil" llegar a la tasa de crecimiento económico del 3 por ciento, sostuvo el economista argentino Pablo Salvador.
El doctor en economía de la Universidad de Jyvaskyla en Finlandia mencionó al ser consultado por Xinhua, que las autoridades del país sudamericano se han fijado dos metas con relación a la economía para este 2018.
La primera de ellas es llevar la inflación del 25 (actual) al 15 por ciento, mientras que la segunda meta es elevar al 3 por ciento el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
La inflación acumulada en el primer trimestre del año corresponde a casi la mitad de las proyecciones oficiales, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
A su vez, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó de manera reciente la cifra de inflación en cerca del 20 por ciento, es decir, cinco puntos por encima de la meta gubernamental (15 por ciento).
Salvador destacó el carácter interdependiente de las dos metas fijadas por el gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, que divisan un débil crecimiento económico si las autoridades monetarias no logran contener la inminente elevación de precios.
El presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Federico Sturzenegger, no descartó en ese sentido una alza en la tasa de interés de referencia, el conocido "corredor de pases a siete días".
Dicho "corredor" se mantiene hermético en 27,25 por ciento desde enero pasado, para lograr la meta de inflación del gobierno.
"El Banco Central afirmó que si la inflación no baja, (la entidad) está dispuesta a subir la tasa de referencia", expresó Salvador.
El también profesor de economía de la Universidad Nacional de Cuyo apuntó que "si se tomara esta medida, la suba se trasladaría a todas las herramientas financieras del sistema financiero argentino, incluyendo las Lebac (Letras del Banco Central)".
El académico agregó que la medida encarecería además el crédito y sacaría pesos de la economía argentina, al contener, pero también al afectar, al sector productivo.
"Esta suba beneficiaría a aquellos que tienen ahorros disponibles, familias que llegan a fin de mes con algo de exceso de ahorro o aquél que invierta (en letras o títulos bancarios)", comentó el doctor en economía.
El entrevistado explicó que "el perjudicado es el sector productivo, porque es el que pide préstamos", además de que como "la tasa será más alta, se encarecerán los créditos".
Consideró que aún al lograr desacelerar la subida de precios, lo cual apunta a mayor inversión y por ende a cumplir la meta de la expansión económica a un 3 por ciento, el aumento en la tasa referencial de la entidad central también podría "enfriar" el crecimiento económico.
Consideró "positivo", no obstante, que el BCRA demuestre a través de la medida del incremento de la tasa, su interés en bajar el índice inflacionario.
El BCRA intenta también "recuperar la credibilidad que se vio minada a finales del año pasado", cuando muchos analistas y especialistas consideraron que hubo una intromisión del Ejecutivo en la política monetaria.
Para muchos analistas, la entidad central "relajó la política monetaria" al bajar dos veces a principios de año la tasa de interés de referencia (cada una 75 centésimas de punto porcentual), luego de que el gobierno modificó del 12 al 15 por ciento su meta de inflación.
Según los expertos, el resultado hasta ahora es una inflación que no marca una tendencia a la baja y que "será muy difícil de cumplir".
"Es muy difícil lograr la meta de inflación (del gobierno), porque para que esto suceda, la suba de precios a partir del mes de abril debe ubicarse en 0,8 por ciento", acotó Salvador.
El economista se refirió en este sentido a las variaciones mensuales que registran incrementos por más del 2 por ciento.
Para el especialista, la inflación en Argentina podría estar en el presente año más cercana a los pronósticos del FMI y a los estudios de consultorías privadas.
Destacó, no obstante, la voluntad de la autoridad monetaria para hacer frente a este "flagelo" que hace de Argentina el segundo país con mayor inflación de América Latina.