Por Noemí Galbán
La Habana, 1 may (Xinhua) -- Blanco, azul y rojo, los colores de la bandera cubana, matizaron hoy martes el sobrio gris que identifica la Plaza de la Revolución de La Habana, uno de los sitios emblemáticos de la isla y punto de encuentro de cerca de un millón de personas que festejaron el Día Internacional de los Trabajadores.
Desde temprana hora, cientos de miles de cubanos desfilaron ante la estatua de José Martí enclavada en la histórica plaza, y saludaron al primer secretario del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro, y al recién electo presidente, Miguel Díaz-Canel.
Ambos dirigentes asistieron al acto y permanecieron durante las dos horas que duró la marcha saludando al pueblo que acudió en una demostración de lealtad y compromiso hacia Cuba.
Tal fue el caso de Juan Carlos Chirinos, un trabajador estatal que participó acompañado de su pequeña hija Ciara, quien no quiso perderse un instante del multitudinario desfile y aseguró a Xinhua que será un recuerdo que atesorará por siempre.
"Esto es una marcha de reafirmación revolucionaria hacia nuestro pueblo y hacia otros que también luchan por un mundo mejor. Estamos aquí también respaldando a nuestro nuevo presidente y defendiendo nuestras tradiciones, el legado del comandante Fidel Castro y la obra de Raúl", señaló Chirinos.
Como él, otros muchos padres llevaron a sus hijos en hombros o agarrados de la mano en un acto que reflejó el orgullo de los cubanos de celebrar de una manera única el 1 de mayo e inculcar a los más jóvenes la importancia de preservar lo alcanzado hasta la fecha.
"Hoy es el día de todos, de los trabajadores, de los estudiantes, de los cubanos que venimos cada año desde que tenemos uso de razón porque nos motiva compartir con el mundo la felicidad de haber nacido en esta isla y tener garantizados derechos laborales y humanos que algunos hoy reclaman y muchos aún sueñan", dijo a Xinhua Erika González.
La joven estudiante de la enseñanza media enarbolaba orgullosa la bandera cubana y junto a compañeros de clase gritaba entusiastas consignas, frases que demostraban la voluntad de las nuevas generaciones de llevar adelante el proceso de actualización del modelo socialista cubano con el concurso de todos.
"Para mí es un júbilo, tengo 66 años y desde que triunfó la Revolución vengo a estos desfiles y lo seguiré haciendo siempre que tenga fuerza y salud", manifestó por su parte Marta Leyva.
Para la pensionada habanera el lema de este año "Unidad, compromiso y victoria" recoge el sentir de millones de cubanos que salieron hoy a las principales plazas del país para expresar su apoyo a la Revolución.
"Somos conscientes de los privilegios que vivimos y por eso estamos aquí para patentizar nuestros derechos, nuestras conquistas y no dejar caer nunca los logros que tenemos", coincidió Nancy Perdomo, otra de las asistentes al desfile.
Mientras que Eddy Acosta, un obrero del transporte, recalcó que asistir este año tiene connotaciones especiales porque la presencia de los cubanos en las calles este 1 de mayo es a su vez un mensaje al mundo.
"Venimos a decir claramente que seguimos con Fidel, con Raúl y con la Revolución para que nuestros hijos crezcan felices, se mantenga la salud y educación gratuita y que no haya pobreza en Cuba. Seguimos con los mismos principios e ideales y la misma autenticidad de siempre", destacó.
Al respecto Elio González, un jubilado capitalino, manifestó a Xinhua que la elección el pasado 19 de abril de Miguel Díaz-Canel como presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba constituyó un paso lógico y certero para seguir el rumbo trazado por los líderes históricos.
"Se abre una nueva etapa, pero siguen en pie el legado de Fidel y las enseñanzas de Raúl. Tenemos mucho que hacer junto a Díaz-Canel, vamos a trabajar más fuerte por el avance de Cuba y por la unidad de los pueblos", señaló.
Asimismo, llamó la atención sobre la trascendencia de colmar las plazas a todo lo largo y ancho del archipiélago en medio de renovadas y hostiles pretensiones de Estados Unidos por recuperar a toda costa su hegemonía en la región.
"Nos formamos admirando a los mártires de Chicago y defendiéndonos de las embestidas del imperio norteamericano que está haciendo en América Latina lo indecible por retrotraer los procesos revolucionarios y nuestra forma de apoyar el avance de esos procesos es venir aquí", consideró González.
Y en medio de tales reflexiones, seguían con paso rápido y firme transitando cientos de personas, cuyos rostros diversos tenían en común genuinas sonrisas de los cubanos de estos tiempos.
Pues más allá de la multitud que se torna ya habitual en esta fecha, lo que siempre sorprende y emociona es la alegría de quienes, sin importar las horas de desvelo previas a la movilización, reflejan el entusiasmo de un pueblo que celebra mucho más que el Día Internacional de los Trabajadores.