Por Victoria Argüello
BUENOS AIRES, 1 may (Xinhua) -- La decisión del gobierno de Estados Unidos de eximir a Argentina de la imposición de aranceles al aluminio y el acero ratifica el "trato diferenciado" que sostiene la administración del presidente Donald Trump con algunos países, explicó el economista argentino, Jorge Marchini.
En entrevista con Xinhua, el vicepresidente de la Fundación para la Integración Latinoamericana (Fila) consideró que Trump "traslada sus preferencias políticas a las relaciones comerciales", con desdén de las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
"Cumple Trump con la idea de que temporalmente la aplicación de la excepción no sería para todos los países, se trata de una restricción segmentada por países, que es muy cuestionable", comentó.
Los gobiernos de Estados Unidos y Argentina alcanzaron este martes un acuerdo para exentar al país sudamericano de aranceles del 25 por ciento para el acero, y del 10 por ciento para el aluminio, y en cambio convinieron exportaciones por 180.000 toneladas para ambos rubros.
La cuota establecida para el aluminio representa un 100 por ciento del promedio de las exportaciones en los últimos tres años, mientras que la definida para el acero consta de un 135 por ciento de los despachos hechos en el mismo período, según informó el gobierno a través de un comunicado.
"Se está usando una cuestión de excepcionalidad por razones políticas, que no es lo que plantea la Organización Mundial del Comercio", agregó el también profesor titular de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
El economista aseveró que a pesar de la presencia anterior de roces entre Estados Unidos y Argentina en asuntos como la exportación de limones argentinos o el biocombustible, el anuncio sobre el acero y el aluminio llegó para configurar un "nuevo escenario".
La Casa Blanca anunció ayer lunes que extenderá hasta el 1 de junio la exención arancelaria al acero y aluminio de la Unión Europea (UE), Canadá y México, con el fin de otorgarles "los últimos 30 días" para que lleguen a acuerdos en las negociaciones comerciales que se están celebrando.
Washington también acordó eximir de aranceles adicionales a las importaciones de acero y aluminio de Argentina, Australia y Brasil, con quienes alcanzó un principio de acuerdo sobre restricciones a las exportaciones de esos metales a Estados Unidos. Los detalles se ultimarán en breve, aseguró la Casa Blanca.
En relación a América Latina, la exención de las tasas dirigidas a países como Argentina y Brasil podrían evidenciar una "búsqueda de recomposición" de las relaciones por parte de Trump, después de afianzar durante meses una retórica agresiva en virtud del aislamiento, indicó Marchini.
"Estados Unidos está buscando un nuevo estatus de condiciones que no sea exclusivamente de tensiones, y en este caso la consideración de aliados, o manifestación de 'amistad' con el gobierno de Argentina", sostuvo.
Sin embargo, el hecho de que Estados Unidos configure esos escenarios de tensiones para luego exceptuar a los países que considera "aliados" en una suerte de demostración de "amistad", no determina una mejoría automática en sus nexos con los países de la región, comentó.
"Es un tema que está en veremos, porque tiene que ver con las dificultades de la relación de Estados Unidos con América Latina, evidentes con la situación de México, la dificultad de negociar el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), el tema del famoso muro", enfatizó Marchini.
Para Marchini, que Argentina haya sido exceptuada de los aranceles del acero y el aluminio resuelve en principio la situación del "posible cierre" del mercado norteamericano para la producción local, pero la preocupación continúa de mantener Estados Unidos la tensión con otros países en este ámbito.
"Más que la apertura o el cierre el mercado norteamericano, preocupa que cambien las condiciones del mercado mundial del acero y el aluminio por un eventual desvío del comercio. Uno de los temores que aparece es que haya una guerra de precios por sobreoferta de productos", concluyó.