BUENOS AIRES, 2 may (Xinhua) -- El sherpa (representante) del gobierno argentino ante el Grupo de los 20 (G20), Pedro Villagra Delgado, enfatizó hoy la importancia de incluir el tema de la producción alimentaria en las cadenas globales de valor, durante una reunión preparatoria del mecanismo celebrada en la ciudad de Ushuaia, en el sur del país.
Este miércoles comenzó en esa ciudad ubicada 3.112 kilómetros al sur de Buenos Aires, una nueva reunión de los representantes del G20, en el hotel Arakur, que funciona como sede del encuentro, que se extenderá hasta el viernes.
El discurso de Delgado inauguró la primera jornada de debates, sobre temas como empleo, educación y economía digital, dijo la agencia estatal de noticias, Télam.
Los representantes de los líderes mundiales de los miembros del G20 buscarán avanzar en recomendaciones sobre diez áreas de trabajo: agricultura, anticorrupción, comercio e inversiones, desarrollo sostenible, economía digital, educación, empleo, salud, sustentabilidad climática y transiciones energéticas.
El objetivo del encuentro es profundizar los temas que comenzaron a discutirse en la primera reunión de sherpas que se realizó en diciembre en la ciudad argentina de Bariloche, con el propósito de elevar las conclusiones a la cumbre de presidentes que se realizará en Buenos Aires el 30 de noviembre y 1 de diciembre.
El jueves la segunda jornada de la cumbre abordará temas como desarrollo sostenible, la anticorrupción, la salud y la energía, mientras que el viernes estará dedicada al comercio e inversión, y agricultura.
Delgado dijo que para Argentina es importante incluir el tema de "la producción alimentaria en las cadenas globales de valor, con miras a un futuro más sustentable, y con acceso a alimentos en todo el mundo".
Además, remarcó como otras prioridades a "la lucha contra la corrupción y el ingreso de la perspectiva de género como asunto transversal a toda la agenda del G20".
El G20 nació en 1999 como una reunión técnica de ministros de Finanzas y presidentes de Bancos Centrales.
Durante la crisis económica de 2008 se convirtió en un espacio clave de discusión y toma de decisiones en el que participan los máximos líderes mundiales y las principales economías.
Está integrado por 19 países más la Unión Europea, y es considerado el principal foro de concertación económica, al representar el 85 por ciento del Producto Interno Bruto global y el 75 por ciento del comercio internacional.