BRASILIA, 15 may (Xinhua) -- Seis ex jefes de Estado y de Gobierno europeos exigieron en una misiva que el ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), preso en Curitiba, se pueda postular a las elecciones presidenciales de octubre próximo en Brasil.
La carta, difundida por el Instituto Lula, está firmada por el ex mandatario francés, Francois Hollande; el ex presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero; el ex primer ministro de Bélgica, Elio Di Rupo, y los ex presidentes del Consejo de Ministros de Italia, Massimo D'Alema, Enrico Letta y Romano Prodi.
Lula, preso desde el pasado 7 de abril, cumple una condena de 12 años y un mes de prisión por corrupción y lavado de dinero, en la Superintendencia de la Policía Federal, en Curitiba.
"La prisión apresurada del presidente Lula, incansable arquitecto de la reducción de las desigualdades en Brasil, defensor de los pobres de su país, sólo puede despertar nuestra emoción", señaló el mensaje.
Según los políticos europeos, el "impeachment" (juicio político) de la ex presidenta Dilma Rousseff, "elegida democráticamente por su pueblo y cuya integridad nunca fue cuestionada, ya era una preocupación seria", a lo que se añade la exclusión de Lula del proceso electoral.
El ex mandatario y líder del Partido de los Trabajadores (PT) lidera las encuestas en todos los escenarios en los cuales es incluido, por un amplio margen sobre sus principales adversarios.
"La lucha legítima y necesaria contra la corrupción no puede justificar una operación que cuestiona los principios de la democracia y el derecho de los pueblos de elegir a sus gobernantes", subrayó la carta.
"Nosotros solemnemente solicitamos que el presidente Lula pueda someterse libremente al sufragio del pueblo brasileño", expresó.
La condena contra Lula se refiere a la acusación de haber recibido un departamento en la ciudad de Guarujá, en el litoral de Sao Paulo, de la constructora OAS, a cambio de favorecer a la empresa en contratos con la petrolera estatal Petrobras.
La defensa de Lula niega las acusaciones, en función de que el inmueble permaneció formalmente bajo propiedad de la OAS, y afirma que el ex presidente fue condenado sin pruebas.