WASHINGTON, 15 may (Xinhua) -- Gina Haspel, elegida por el presidente Donald Trump para convertirse en la próxima directora de la CIA, dijo en una carta a un senador demócrata, que la agencia no debió de haber emprendido un duro programa de detención e interrogatorios.
En una carta fechada el 14 de mayo y dirigida al senador por Virginia Mark Warner, el demócrata más importante del Comité de Inteligencia del Senado, Haspel dijo que el programa de interrogatorios "no debió de haber sido emprendido por la CIA".
"Aunque no condeno a quienes tomaron estas difíciles decisiones y he visto la valiosa información de inteligencia recolectada, al final el programa dañó a nuestros oficiales y nuestra posición en el mundo", agregó.
La nominación de Haspel ha sido criticada por sus vínculos pasados con las actividades de traslado, detención e interrogación de la CIA realizadas en los años posteriores a los ataques del 11 de septiembre, con el uso de técnicas de interrogación ampliadas como el ahogamiento simulado o waterboarding.
En 2002, Haspel supervisó una prisión secreta en Tailandia en donde se realizaron duros interrogatorios. Ella destruyó las grabaciones de los interrogatorios de la CIA tres años más tarde y su papel específico en el programa sigue siendo información clasificada.
La carta representó una postura más sura sobre el controversial programa que la adoptada por Haspel durante su audiencia de confirmación la semana pasada.
Haspel, oficial encubierta durante la mayor parte de su carrera de 33 años con la CIA, prometió en ese momento que el programa no sería reiniciado bajo su liderazgo, pero no llegó a decir que no debió de haber sido reiniciado.
Haspel se convirtió en directora interina de la CIA después de que su predecesor, Mike Pompeo, presentó su renuncia para convertirse en secretario de Estado y fue nominada por Trump para convertirse en la directora permanente en marzo.
El Comité de Inteligencia del Senado tiene planeado votar el miércoles por la mañana sobre la nominación de Haspel y se espera que pase la prueba con el apoyo de los ocho republicanos y al menos uno de los siete demócratas del comité.
Esto permitiría una votación del pleno del Senado la próxima semana sobre su nominación.