Por Sylvia B. Zárate
BOGOTA, 26 may (Xinhua) -- En medio de un ambiente de una fuerte polarización, Colombia se alista para llevar a cabo mañana domingo las elecciones presidenciales, las primeras desde la firma del acuerdo de paz con la extinta guerrilla de las FARC en 2016.
De acuerdo con la última encuesta realizada por la empresa Invamer, los candidatos Iván Duque, del partido Centro Democrático (derecha) y Gustavo Petro del movimiento Colombia Humana (izquierda), lideran la intención de voto de los colombianos con un 41,5 y un 29,5 por ciento, respectivamente.
En caso de que el voto de los colombianos coincida con los resultados de la encuesta de Invamer, la última hecha antes de la primera vuelta, estos dos candidatos que representan la polarización en el país competirían en una segunda vuelta por la presidencia de Colombia el próximo 17 de junio.
De acuerdo con la misma medición, el ex alcalde de Medellín, Sergio Fajardo, de la Coalición Colombia, ocuparía el tercer lugar con un 16,3 por ciento, mientras que Germán Vargas Lleras, de Cambio Radical, tendría un 6,6 por ciento.
Por su parte, el ex jefe negociador en los diálogos de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Humberto de la Calle, del Partido Liberal, obtendría un 1,9 por ciento de los votos.
Sin embargo, al tener en cuenta que en los últimos años los resultados de las encuestas no han coincidido con los resultados de las elecciones, ni en Colombia ni en muchos lugares del mundo, lo que se respira en el país es una sensación de incertidumbre frente a quien reemplazará al presidente Juan Manuel Santos, quien gobierna desde 2010.
Estas elecciones son diferentes a todas las que los colombianos recuerdan.
El partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), que se derivó del acuerdo de paz entre el gobierno y la extinta guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), se quedó sin candidato presidencial luego de que Rodrigo Londoño "Timochenko" se enfermó, sin embargo la izquierda logró encontrar un lugar representativo en la contienda por el poder.
Sin el fantasma del grupo armado, los colombianos parecen sentirse más libres de expresar su afinidad con las propuestas de Gustavo Petro, ex guerrillero del grupo M-19 y quien busca conquistar la presidencia al proponer cambios sustanciales en el país como garantizar la educación superior gratuita y cambiar la economía de fósiles por la agricultura.
Duque, por su parte, es el candidato más joven (41 años) pero representa una ideología bastante conocida y muy aceptada por gran parte de los colombianos, la de su jefe, el fundador del Centro Democrático, senador y ex presidente colombiano, Alvaro Uribe, quien impulsó su candidatura tal y como lo hizo en las elecciones de 2010 con el presidente Santos.
Uribe comprobó que sigue siendo una fuerza política importante a juzgar por los resultados de la consulta interpartidista realizada durante las pasadas elecciones al Congreso, en las cuales Duque obtuvo cuatro millones 44.509 votos frente a Marta Lucía Ramírez, con un millón 538.882, y Alejandro Ordoñez, con 385.110.
Por esto y por los resultados de las encuestas realizadas durante la campaña electoral se prevé que Duque, conocido como "el candidato de Uribe", pase sin problemas a la segunda vuelta y su partido incluso no descarta que alcance la presidencia mañana domingo.
En tanto, Sergio Fajardo, tercero en las encuestas, es un profesor de matemáticas que ha sido además alcalde de Medellín, gobernador de Antioquia y un periodista de medios locales que ha propuesto desarrollar en el país una política alternativa centrada en la educación y en la lucha decidida contra la corrupción.
Su fortaleza está en el respaldo oficial de los partidos Polo Democrático y Alianza Verde, cuyos líderes Jorge Enrique Robledo y Claudia López lo han acompañado decididamente al atraer a miles de seguidores, así como el firme respaldo de Antanas Mockus, de quien fuera fórmula vicepresidencial en las elecciones de 2010.
Germán Vargas Lleras, nieto del ex presidente colombiano, Carlos Lleras Restrepo, es uno de los candidatos con más experiencia y uno de los que tiene mayor respaldo de la clase política del país.
Vargas lleras ha sido legislador, presidente del Congreso, ministro del Interior, de Justicia y de Vivienda, además fue vicepresidente en el segundo periodo de gobierno de Santos.
Sin embargo, según las encuestas, a muchos colombianos no les interesa votar por políticos que representan la continuidad, las maquinarias y el clientelismo.
Vargas Lleras propone reforzar el sistema judicial, la seguridad ciudadana, reformar la política, el sistema de pensiones y de salud, así como una reforma tributaria estructural que tiene entre sus propósitos bajar la tarifa de renta de empresas del 33 al 30 por ciento y formalizar sectores que no tributan para garantizar nuevos recursos.
El candidato más veterano, Humberto de la Calle, de 71 años, es conocido como el "Hombre de la Paz" en Colombia, luego de liderar el exitoso proceso de paz con la guerrilla de las FARC que concluyó con la firma de un acuerdo después de cuatro años de negociaciones en La Habana, Cuba, para poner fin a más de 50 años de guerra.
Abogado de profesión, De la Calle es el representante del tradicional Partido Liberal y entre sus cargos más destacados se encuentran el de embajador de Colombia ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) de 2001 a 2003, magistrado de la Corte Suprema de Justicia, registrador nacional del Estado Civil, embajador en España y en Reino Unido y profesor universitario.
También fue protagonista de la Asamblea Nacional Constituyente de 1991 y entre sus propuestas se encuentran la de promover con fuerza la equidad, impulsar un plan de seguridad para la etapa del postconflicto y respaldar totalmente la implementación del acuerdo de paz alcanzado con las FARC, el cual en su opinión puede estar en peligro si Duque llega al poder.
A pesar de la marcada polarización que se vive en Colombia, se puede decir que los comicios de mañana domingo son históricos por las garantías de seguridad en zonas rurales en las que antes operaba la guerrilla de las FARC y por la influencia que el acuerdo de paz firmado con esta guerrilla, bandera del presidente Santos durante su segundo gobierno.