BERLIN, 20 ago (Xinhua) -- Sigmar Gabriel, ex ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, urgió hoy a los líderes europeos a no contribuir a la desestabilización económica de Turquía como busca actualmente el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
"Es benéfico para nuestro propio interés hacer todo lo que esté en nuestro poder para mantener a Turquía en Occidente", dijo Gabriel al grupo de noticias Redaktionsnetzwerk Deutschland (RND). De otra forma, un gobierno turco políticamente aislado podría buscar impulsar su seguridad adquiriendo un arsenal nuclear en una acción que sería un riesgo para la estabilidad de la región más amplia.
"Estados Unidos está haciendo algo que creo que los socios de la OTAN jamás deben hacer: está usando sanciones para llevar al abismo a un país que ya está bajo una severa crisis económica", dijo Gabriel. El ex ministro de Relaciones Exteriores expresó preocupación de que "tarde o temprano" las fuerzas nacionalistas en Turquía respondan iniciando un programa de armas nucleares con el objetivo de protegerse de amenazas extranjeras.
Previamente, la líder del Partido Socialdemócrata (SPD) de Alemania, Andrea Nahles, dijo al grupo de medios de comunicación "Funke" que Berlín podría encontrarse en una situación en la que tendría que ofrecer asistencia a Ankara a pesar de los desacuerdos políticos recientes con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. "Turquía es un socio de la OTAN al que no podemos simplemente ignorar. Redundará en nuestro interés garantizar que Turquía se mantenga económicamente estable y que las fluctuaciones de divisas se reduzcan", argumentó Nahles.
Sin embargo, también advirtió que cualquier ayuda no sería incondicional.
Hasta ahora, el gabinete de Merkel no ha adoptado una postura oficial respecto a la creciente crisis de divisas que ha afectado a Turquía desde que el presidente Trump dio a conocer un conjunto de nuevas sanciones contra el país.
El gobierno federal en Berlín simplemente hizo sugerencias informales para que Ankara recurra al Fondo Monetario Internacional (FMI), una acción que Erdogan rechaza por la consiguiente necesidad de aceptar las demandas del fondo, con sede en Washington, de realizar una reestructuración económica.