LA HABANA, 27 oct (Xinhua) -- El cubano Erick Hernández parece no tener límites en el dominio del balón de fútbol, una modalidad que oscila entre el deporte y la atracción circense y que tiene un inesperado auge en la isla.
Hernández, de 52 años, logró hoy sábado otra marca para el Libro de los Récords Guinness al golpear el balón con la cabeza durante una hora y 59 segundos, en la posición de sentado y con pesos de un 1,5 kilogramos atados en cada uno de sus tobillos.
De esa forma, el cubano rompió su propia marca en esa modalidad, de 43 minutos y cinco segundos, impuesta en julio del año pasado.
"El soporte del dominio del balón con la cabeza está en los pies y al estar sentado, los miembros inferiores no se utilizan, por lo que hay que dar impulso a la pelota con el tronco y eso es hace muy compleja esta marca", explicó Hernández a Xinhua.
El deportista cubano comentó que es muy difícil desplazarse en la posición de sentado, lo que dificulta recuperar la vertical con el balón, cuando la pelota se mueve hacia adelante o hacia atrás.
Durante la realización del récord mundial, Douglas Hernández, el entrenador y hermano mayor de Erick, lo observó relajado, sin preocupación, lo que confirmó la seguridad en la preparación de su pupilo.
"Ha hecho un entrenamiento estricto, que buscó fortalecer toda el área de la llamada espalda alta y el cuello, que son las que más trabajan en esta modalidad", señaló Douglas, quien a finales de la década de 1980 se convirtió en el primer cubano dedicado al dominio del balón.
Douglas, quien dejó atrás varios récords en diversas modalidades del dominio del balón, está contento por el desempeño de su hermano, en quien reconoce la continuidad de un singular reinado nacional.
Para esta marca, Erick, quien utilizó un balón Telstar 18, la pelota oficial del pasado Mundial de Rusia 2018, hizo una preparación especial durante un mes para fortalecer los músculos de la espalda.
"En los récords hay dos cosas que nunca paso por alto, la carrera de largo aliento y los abdominales, pero ahora fortalecí un poco más la espalda alta, trapecios, hombros, músculos del cuello, esternocleidomastoideo y toda la zona de los trapecios", reveló el deportista.
También trabajó sobre los músculos que rodean el omóplato, además de los tríceps y los bíceps, así como los pectorales, para poder resistir el tiempo de la prueba.
"Con el tiempo va llegando el cansancio y sientes dolor y es lo que hace que el balón se te vaya", apuntó el cubano.
Para finalizar el año, Erick se propuso realizar un récord de largo aliento, de entre cuatro y seis horas, dominando solo con los pies, pero igualmente con un kilogramo y medio en cada tobillo.
El multirecordista dijo que el dominio con la cabeza es su mejor especialidad, porque, como explicó Douglas, "es alto, tiene el centro de gravedad más arriba y eso le facilita el trabajo".
Sin embargo, Erick acumula unas 70 marcas en distintas modalidades, desde 1994 cuando, tras las huellas de su hermano, se dedicó al dominio del balón, luego de ser un futbolista sin muchos resultados positivos en su carrera.
La versatilidad de Erick es lo que le permite que sea considerado como "un dominador completo", pues tiene varias marcas mundiales de destreza con el balón y ha demostrado su capacidad con distintas partes de su cuerpo como los pies, las rodillas, los muslos, la cabeza o, incluso, corriendo 100 metros.
No obstante, Erick se declara como amante de los desafíos de larga duración, porque "los que son de ocho horas en adelante son mis preferidos, porque aunque no tenga un buen día me dan la posibilidad de irme acomodando".
"Los de corta duración son los que más respeto. Esos que son de 30 segundos, de un minuto, si psicológicamente no estás óptimo, es difícil que lo puedas realizar", apuntó el cubano.
Erick logró su primer récord mundial en 1998, con un ejercicio combinado de cabeza y pies durante diez horas y desde entonces parece que no tiene límites a la hora de mantener una pelota en el aire.