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Trasfondo de la ola de inmigración en la frontera entre Estados Unidos y México

Por Diario del Pueblo

Beijing, 26/10/2018 (El Pueblo en Línea) -El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el día 22 que Estados Unidos interrumpirá o reducirá sustancialmente la ayuda a tres países de América Central (Honduras, Guatemala y El Salvador) porque estos no impidieron que sus ciudadanos se dirigieran hacia el norte para llegar a Estados Unidos. De acuerdo con los informes de los medios estadounidenses, miles de personas de Honduras, Guatemala y El Salvador cruzaron la frontera sur de México el día 21, y planean continuar viajando hacia el norte hasta llegar a Estados Unidos. Solo quedan dos semanas para que se celebren las elecciones de mitad de término en EE.UU el 6 de noviembre. La frontera entre EE. UU y México se enfrenta una vez más a la marea de inmigrantes ilegales, que tiene cierto impacto en las elecciones entre el Partido Demócrata y el Partido Republicano de EE.UU, pero también en las relaciones entre EE.UU y México, y EE.UU y los países de América Central. .

Aumento de la inmigración

Según informes de los medios estadounidenses, en la mañana del día 21, la caravana de inmigrantes y vehículos aumentó de aproximadamente 2.000 personas a más de 5.000, y luego hasta unas 7.500 personas. Estas personas se llevaron a sus familias y muchas de ellas viajaron a pie, gritando mientras caminaban: "Sí, podemos".

¿Qué pueden hacer? Pueden entrar en Estados Unidos. Los medios de comunicación estadounidenses informaron que se trata de un ejército de personas pobres, la mayoría de ellos de países como Guatemala, Honduras y El Salvador. México ha cerrado el puente fronterizo con Guatemala, pero muchos de ellos cruzan el río, suben por la empinada orilla del río hacia el lado mexicano y luego viajan a pie o en camiones hacia el norte hasta la frontera entre México y Estados Unidos.

Además de este ejército de inmigrantes, hay aproximadamente 1.500 personas en Guatemala que esperan cruzar legalmente la frontera con México. También hay cientos de inmigrantes centroamericanos que han solicitado el estatus de refugiado en México.

La opinión pública estadounidense cree que algunos países centroamericanos sufren una pobreza grave y crímenes violentos. Las personas locales han abandonado sus hogares para huir a Estados Unidos, principalmente en busca de alimentos, ropa y seguridad.

Declaración dura

En los últimos días, Trump ha mostrado una postura firme ante una nueva ola de inmigración: exige a los gobiernos de Honduras y México que tomen medidas para evitar que los inmigrantes se dirijan hacia Estados Unidos, y que está considerando enviar al ejército para cerrar la frontera entre México y Estados Unidos. Además, amenaza con interrumpir o reducir sustancialmente la ayuda a Honduras, Guatemala y El Salvador. Trump publicó un tweet el día 22 en el que juró expulsar a todos los que intentaran entrar de manera ilegal en su país, acusándolos de llevar a cabo un "ataque contra Estados Unidos".

Al mismo tiempo, Trump criticó la actitud del Partido Demócrata hacia la inmigración como "débil", diciendo: “Creo que esta ola de inmigración es una vergüenza para el Partido Demócrata. Se deberían enmendar inmediatamente las leyes de inmigración". El Partido Demócrata se ha rebelado y acusa a Trump de politizar el tema de la inmigración ilegal con el objetivo de estimular el entusiasmo de los votantes republicanos.

Jugar con la carta de la inmigración ilegal ayuda a mantener la base del Trumpismo. Dan Mahaffee, subdirector del Centro de Estudios de la Presidencia y el Congreso de Estados Unidos, dijo que la inmigración siempre ha sido un medio eficaz para que Trump movilice a los votantes republicanos. Los analistas creen que cuando se aproximen las elecciones de término medio, Trump volverá a jugar con la carta de la inmigración ilegal. Ya sea logrando resultados prácticos o no, esta actitud dura ayudará a la elección del Partido Republicano.

Difícil de bloquear

La inmigración ilegal es un tema candente en las relaciones entre Estados Unidos y México, y entre Estados Unidos y algunos países centroamericanos. Durante meses, el gobierno de Estados Unidos ha presionado a México y a algunos países centroamericanos para reducir la posibilidad de que los inmigrantes ilegales lleguen a la frontera de Estados Unidos con México.

Sin embargo, hay informes que muestran que aunque el gobierno mexicano tiene una actitud de cooperación hacia Estados Unidos, no ha impedido enérgicamente la entrada de inmigrantes centroamericanos. Cuando los inmigrantes seguían viajando hacia el norte, la policía mexicana se mantuvo en guardia en el camino y no intervino. Además, la Casa Blanca intentó convencer a México para que firmara un acuerdo que prohíba a los inmigrantes ilegales en México solicitar asilo a Estados Unidos, y que les permita solicitar sólo asilo a México, pero la parte mexicana cree que dicho acuerdo supera su "línea roja" y se niega a aceptarlo. Los analistas creen que la presión excesiva de parte de Estados Unidos puede debilitar la disposición de la parte mexicana a cooperar.

De hecho, después de que el gobierno de Trump asumió el cargo, EE.UU redujo drásticamente la ayuda a los países centroamericanos, y el surgimiento de la inmigración ilegal ha sido suficiente para mostrar el "efecto" de tal decisión. Si Estados Unidos corta la ayuda de los grandes pilares, aumentará la incertidumbre y la inestabilidad de los países centroamericanos, lo que llevará a una inmigración ilegal más frecuente.

En la actualidad, la oleada de inmigrantes ilegales todavía se dirige hacia la frontera entre México y Estados Unidos, y el gobierno de Estados Unidos continúa alzando la voz. No es la primera vez que se produce una situación similar en esta frontera. Los observadores creen que incluso si las medidas de línea dura pueden funcionar a corto plazo, a largo plazo, mientras haya pobreza y delitos violentos en América Central y América Latina, la marea de inmigración ilegal que se dirige hacia la frontera sur de Estados Unidos será difícil de bloquear.