MADRID, 23 mar (Xinhua) -- Las políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea, conocido como Brexit, son las claves que afectaron a la ralentización de la industria española.
Así lo explicó hoy el experto y profesor del prestigioso EAE Business School, Ricardo Zion, en entrevista con Xinhua, tras conocerse que la producción industrial española creció solo un 0,3 por ciento en 2018, su peor registro en cinco años, según los datos facilitados por el Ejecutivo español.
"Diría que la industria española todavía goza de un buen estado de salud, pero las expectativas están bajando. No estoy prediciendo una guerra, pero dependerá mucho de cómo evolucionen factores externos como el Brexit, la industria del automóvil y las políticas de Trump en el futuro", comentó Zion.
Después de crecer un 3,2 por ciento en 2017, la producción industrial española registró ese 0,3 que se explica en parte por la caída de un 6,2 por ciento en diciembre.
El economista del EAE lo explica por el frenazo de Alemania, afectada por las nuevas normas sobre emisiones contaminantes de la industria del automóvil.
España es el segundo productor europeo de automóviles solo por detrás de la propia Alemania y ostenta el noveno lugar a nivel mundial con 2.819.565 vehículos, el 0,1 por ciento menos que en 2017.
Por eso, Zion indica que el país que preside el socialista Pedro Sánchez debería concentrarse en darle un impulso a sus exportaciones ante la incertidumbre que genera el Brexit. España exporta anualmente mercancías por valor de 20.000 millones de euros al Reino Unido.
"No sabemos lo que va a venir. Es necesario darle un empujón a esta balanza porque las exportaciones es la matería que haría sobrevivir a la economía española ante una nueva recesión", comenta.
Otra de las razones que ilustran esta desaceleración en la producción industrial española es la incertidumbre que genera el clima político en España, que celebrará elecciones generales el próximo 28 de abril.
Las encuestas dibujan un panorama ingobernable en el sentido de que ningún partido logrará una mayoría parlamentaria sólida.
"Esto puede echar para atrás a los inversores. Es necesario que vean España como un país en el que se puede invertir con total seguridad", dice Zion.
Uno de los factores que el futuro Gobierno debería abordar, según Zion, sería el del desempleo, que cerró 2018 en un 14,3 por ciento de la población. "Ahí España aún tiene deberes que hacer", señala el economista.
Sin embargo, Zion concluye con el buen desempeño de la economía española en general. El Gobierno español prevé crecer un 2,3 por ciento, mientras que el resto de la Eurozona se situará en el 1,3 por ciento.