RIO DE JANEIRO, 2 abr (Xinhua) -- La Justicia brasileña aceptó hoy dos denuncias del Ministerio Público Federal (MPF) contra el ex presidente de Brasil, Michel Temer (2016-2018), por supuestos desvíos en la estatal Eletronuclear, por lo que fue imputado por segunda vez en menos de una semana.
El juez Marcelo Bretas, responsable de la operación "Lava Jato" (Autolavado) en Río de Janeiro, aceptó las dos denuncias que el MPF presentó el viernes pasado contra Temer por corrupción y lavado de dinero, por un lado, y por peculado y lavado de dinero, por el otro.
Según el MPF, el grupo liderado por Temer habría desviado 18 millones de reales (unos 4,6 millones de dólares) de las obras de construcción de la central nuclear Angra 3, en el estado de Río de Janeiro, por las que habría cobrado 1,1 millones de reales (unos 285.440 dólares).
Junto al ex mandatario, otras 13 personas fueron denunciadas, entre ellas el ex gobernador de Río de Janeiro, Wellington Moreira Franco, el coronel Joao Baptista Lima, amigo cercano de Temer y considerado como el operador financiero del grupo que comandaba el ex mandatario para desviar recursos, y el almirante Othon Luiz Pinheiro da Silva, ex presidente de Eletronuclear.
Temer, quien dejó la Presidencia de Brasil el pasado 31 de diciembre, fue detenido el 21 de marzo en Sao Paulo por orden del juez Bretas, acusado de supuestas irregularidades en la construcción de Angra 3.
Junto a él fueron detenidas otras nueve personas, incluidos Moreira Franco y el coronel Lima.
Tras pasar cuatro noches en prisión, Temer y los nueve detenidos recibieron un "habeas corpus" de un tribunal de apelaciones y dejaron la cárcel el 25 de marzo.
La semana pasada, Temer fue imputado después de que la Justicia aceptó una denuncia del Ministerio Público por corrupción pasiva por el caso de una maleta con 500.000 reales (unos 128.000 dólares) que la policía interceptó en 2017 al ex asesor presidencial, Rodrigo Rocha Loures.
La maleta la entregó un ejecutivo del Grupo J&F y según la Fiscalía, el dinero era para Temer a cambio de favorecer desde la Presidencia los intereses de la compañía, dueña de la multinacional cárnica JBS.
Cuando se hizo público el caso, el entonces fiscal general de Brasil, Rodrigo Janot, denunció a Temer, aunque la Cámara de Diputados impidió que el caso prosiguiera en la Corte Suprema y que Temer fuera apartado del poder mientras se investigaba el caso.
Con ello, la denuncia quedó suspendida en la Justicia, aunque con la salida de Temer de la Presidencia y con la consecuente pérdida del fuero privilegiado, el caso fue trasladado a la Justicia Federal de Brasilia.
El ex presidente de Brasil tiene abiertas varias causas en la Justicia por supuesta corrupción, lavado de dinero, obstrucción a la justicia y formación de organización criminal.