MEXICO, 10 abr (Xinhua) -- El freno de Estados Unidos al flujo de mercancías y personas en su frontera con México es una "muy mala idea", con costos para los dos países, afirmó hoy el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
El secretario (ministro) de Relaciones Exteriores expresó en su cuenta en Twitter que este mismo miércoles se establecerá comunicación con las nuevas autoridades del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, siglas en inglés) de Estados Unidos, para hacerles saber los efectos.
"Frenar el flujo de personas y mercancías en la frontera norte es muy mala idea: está creando costos para los circuitos de valor tanto de México como de Estados Unidos", escribió Ebrard en la red social.
"Hoy mismo estableceremos comunicación con las nuevas autoridades de DHS en ese país para hacérselos saber", aseveró.
Desde principios de mes los cruces de transportistas y viajeros en varias garitas de la larga frontera común enfrentan retrasos de horas, luego de que el gobierno de Estados Unidos reasignó a inspectores hacia la atención del creciente flujo de migrantes centroamericanos.
Sólo en el paso fronterizo de la norteña Ciudad Juárez con El Paso, Texas, autotransportistas han reportado que la lentitud en la revisión de la carga de los vehículos genera saturación y espera de hasta 20 horas.
Ebrard abundó que analiza con el Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index) la situación en las garitas de las ciudades mexicanas de Ciudad Juárez, Tijuana y Laredo en busca de soluciones para normalizar su flujo.
Index representa a unas 1.200 compañías de las industrias automotriz, aeroespacial, electrónica, agrícola y textil, entre otras, que producen alrededor del 70 por ciento de las exportaciones mexicanas, según sus propias cifras.
En marzo pasado, agentes estadounidenses arrestaron o negaron la entrada a unas 103.000 personas en la frontera con México, el doble respecto a igual periodo de 2018, según datos divulgados el martes por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, siglas en ingles).
Washington reubicó a los inspectores de cruces fronterizos a tareas migratorias, al argumentar la demanda que ha implicado la llegada de miles de centroamericanos a su frontera con México, según explicó la cancillería mexicana la semana pasada.
La reasignación de personal de garitas comenzó después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reclamó por varios días a México no actuar lo suficiente para contener la oleada de centroamericanos que recorren suelo mexicano hacia la frontera.
Trump amenazó en varias ocasiones con cerrar la frontera, considerada la más transitada del mundo, aunque luego suavizó su discurso al argumentar que el gobierno mexicano comenzaba a frenar el flujo migrante.
Alrededor de 1.700 millones de dólares en mercancía cruzan cada día por los puertos de la frontera entre México y Estados Unidos, así como cerca de 1 millón de personas por trabajo, escuela, negocios o turismo, según datos de la cancillería mexicana.