MEXICO, 2 may (Xinhua) -- México requiere un crecimiento económico "más incluyente", ya que las desigualdades entre los ingresos de la población son "enormes", dijo hoy el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el mexicano José Angel Gurría.
Al presentar en la Ciudad de México el "Estudio Económico de México de 2019", el titular de la OCDE explicó que el país enfrenta un "complejo contexto", junto a una desaceleración de la economía local.
"México sigue teniendo el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita más bajo y los niveles de pobreza más altos de la OCDE", explicó Gurría en una rueda de prensa junto al secretario (ministro) de Hacienda, Carlos Urzúa.
"La brecha en el nivel de vida respecto a otros países más ricos se ha venido reduciendo, pero el avance ha sido muy lento, afectado por bajos niveles de productividad, bajos niveles educativos, y altos niveles de pobreza y desigualdad", agregó.
De acuerdo con las previsiones del organismo, el PIB de México puede crecer 1,6 por ciento este año, para después acelerarse a cerca del 2,0 por ciento en 2020, el mismo ritmo de 2018.
No obstante, el desempeño económico de México se ve afectado por la desaceleración de la economía global, mermado por las tensiones comerciales, así como por la demora en la ratificación del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) de libre comercio, dijo Gurría.
Otro factor en contra lo representa la transición política mexicana, toda vez que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador asumió apenas el pasado 1 de diciembre.
Gurría mencionó también que las finanzas de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) pueden poner en riesgo la estabilidad nacional, con respecto a la calificación crediticia soberana del país.
"La debilidad de Pemex afecta la deuda pública de México, y podría provocar una reducción de la calificación del país", resaltó.
"Esto llevaría a México a pagar un mayor interés por la deuda, y en consecuencia habría menos recursos para invertir en salud, educación, infraestructura o en políticas sociales para reducir la pobreza", añadió.
La OCDE recomendó a México mejorar "significativamente" su política fiscal para hacerla más "progresiva", mejorando la relación entre impuestos y el PIB.
La recaudación tributaria de México como porcentaje del PIB es de un 16,2 por ciento, muy por debajo del 22,8 por ciento promedio de entre los países de América Latina y el Caribe, y todavía menor que el 34,2 por ciento promedio entre los miembros de la OCDE, según el estudio "Estadísticas Tributarias de América Latina y el Caribe" del organismo.
En su intervención, el ministro Urzúa indicó que el gobierno de México trabajará en las áreas de oportunidad señaladas por la OCDE para elevar los niveles de recaudación tributaria.
Uno de los puntos de acción, agregó, se refiere a reducir la multiplicidad de programas sociales para mejorar su efectividad, y a la vez "detonar un proceso de desarrollo que reduzca la desigualdad regional, sobre todo en el sureste del país".
Urzúa dijo que el estudio de la OCDE incorpora recomendaciones para mejorar el desempeño económico de México, con la finalidad de lograr una asignación de recursos más equitativa e incluyente, en línea con las políticas que se ha planteado el mandatario mexicano.
El gobierno de López Obrador se ha propuesto alcanzar tasas de crecimiento económico del 4 por ciento mediante el combate a la corrupción, para después destinar los recursos recuperados a proyectos productivos.
México, la segunda mayor economía de América Latina después de Brasil, depende en gran medida de los ciclos económicos de Estados Unidos, su principal socio de negocios.