Por Yasef Ananda
Beijing, 27/04/2019(El Pueblo en Línea) - El II Foro La Franja y La Ruta para la Cooperación Internacional, que sesiona en Beijing del 25 al 27 de abril, ha logrado reunir a más de un centenar de delegaciones de países implicados en la construcción de esta gran iniciativa china de desarrollo global y beneficio compartido.
A próposito de la participación de Argentina en La Franja y La Ruta, Pueblo en Línea dialogó en exclusiva con Jorge Faurie, ministro de Relaciones Exteriores y Culto.
Pueblo en Línea: En su segunda edición, el Foro La Franja y La Ruta para la Cooperación Internacional ha ampliado su alcance de forma ostensible y Argentina vuelve a estar presente.
Jorge Faurie: Argentina fue invitada a participar en la primera cumbre del 2017. Desde entonces seguimos con mucho interés esta iniciativa que lo que tiende es a promover mayor conectividad, el desarrollo de obras de infraestructura que generen esta vinculación, y que al mismo tiempo crear un clima de favorecimiento de las corrientes de comercio, que es algo en lo cual Argentina está sumamente interesada porque su capacidad de crecimiento depende fundamentalmente del mercado externo. Nosotros tenemos como objetivo de la política del presidente Macri y del actual gobierno, conseguir llegar con el mayor número de productos posibles a la mayor cantidad de destinos en diferentes partes del mundo, prescindiendo de cuestiones de ideologías... lo que queremos es que la venta de nuestros productos generen mayor demanda, mayor productividad y trabajo para nuestra gente. Por lo tanto, el proyecto La Franja y La Ruta se inscribe en la idea de facilitar las corrientes de comercio. Y desde ese punto de vista, para nosotros es sumamente positivo.
Pueblo en Línea: ¿Generar una mayor interconectividad en América Latina podría ser posible dentro de La Franja y La Ruta?
Jorge Faurie: En América Latina nosotros todavía tenemos un déficit sumamamente importante en materia de conectividad y de infraestructura. Hemos hecho esfuerzos realmente significativos, pero las condiciones de nuestras economías reducen la posibilidad de llevar adelante proyectos de gran envergadura en infraestructura en América Latina, y particularmente en América del Sur debido a sus desafíos de geografía dados por el relieve que tiene nuestra región, pero también por la inmensidad de los espacios que hay que abarcar.
Desde ese punto de vista, la iniciativa La Franja y La Ruta tiene mucha significación para poder llevar adelante algo que ha sido una vocación constante de América del Sur: tener la bioceanidad. Poder tener acceso al Atlántico y al Pacífico, de igual modo. En este momento, el Pacífico es el mercado dinámico y particularmente el sudeste asiático. Y por eso todos los países de la región queremos llegar con nuestros productos a este mercado. Por lo cual tener conexiones de interconectividad es un desafío. La región tiene su propio proyecto, los tenemos a nivel de Mercosur y de la Alianza del Pacífico. Y estamos trabajando para generar una interconexión entre ambas.
Hay proyectos de singular transcendencia como la ruta que quiere unir el Puerto de Santos con el Puerto de Callao en Perú, que es una obra de carácter titánico por los recursos que va a envolver, por el tamaño que va a tener la obra y por los obstáculos que hay que superar. También estamos trabajando desde hace muchos años con la existencia de una línea ferroviaria que conecte el Puerto de Paranaguá en Brasil, pasando por Paraguay, la región norte de Argentina y saliendo a Chile. Tenemos una gran interconectividad ya existente entre Argentina y Chile que vincula el Pacífico y el Puerto de Valparaíso a la zona del Puerto de Buenos Aires. Y hay otro más abajo, por la zona del Puerto de Concepción con Bahía Blanca. Todo estos proyectos generarían un acceso más eficiente a los mercados de ambos lados, por el Atlántico y por el Pacífico. Sobre todo con la vocación que existe hoy por el Pacífico. Y aunque requiere de muchos recursos financieros y de ingeniería, tenemos que trabajarlo porque esto es lo que pide la gente. Nuestro pueblo pide que haya desarrollo. Y parte del desarrollo reside en tener las infraestructuras apropiadas.
Pueblo en Línea: La construcción de infraestructura a gran escala es otro tema esencial dentro de los objetivos de “La Franja y La Ruta”
Jorge Faurie: Nosotros en este momento confrontamos las dificultades que son producto de un período muy extenso de desmanejo de los recursos que Argentina logró captar por los excelentes precios agrícolas que prevalecieron en la década pasada. Esto requiere que hoy Argentina procure ser más competitiva. Y parte de la competitividad reside en tener infraestructuras accesibles y a costos competitivos. Por ejemplo, sacar carga del norte argentino, casi sobre la frontera con Bolivia, para llevarla al Puerto de Buenos Aires, tiene el mismo costo que llevarla desde Buenos Aires a un puerto de la zona de Holanda donde llegan nuestras cargas. Esto es una falta de eficiencia y de competitividad. Tenemos un proyecto muy grande para recuperar una línea ferroviaria que se llama Belgrano Cargas que existió antiguamente y por razones político-económicas se abandonó en la última parte del siglo XX. En ese proyecto de re-equipamiento y modernización del Belgrano Cargas está involucrado China, que está dando el financiamiento y participando de la provisión del equipamiento. Y lo está haciendo también en líneas de ferrocarriles como el Belgrano Central, el San Martín, el General Roca. Todo esto muestra la presencia de China en obras de infraestructura de interconectividad de cargas que nos harán más competitivos.
Pueblo en Línea: ¿Qué factores tendrían que entrar en conjunción para que Argentina pueda superar el círculo económico de avance y retroceso?
Jorge Faurie: Todos los argentinos tenemos que hacernos conscientes de una tarea: hay que vivir con los recursos que se pueden generar. Argentina tuvo un largo período de su historia que estuvo signado por la facilidad del acceso a los recursos que provenían de una cosecha que daban un nivel de bienestar suficiente para todos los argentinos. Hoy no es posible en el mundo en que vivimos, con la interconexión que ya existe por obra de las tecnologías y la globalización, vivir de esa manera. Y por lo tanto tenemos que hacer cambios para ser cada vez más productivos y poder mantener ese nivel de vida al que los argentinos nos hemos acostumbrado. Una de las reglas importantes es poder tener un control del gasto, que no generemos déficit público. El Estado gasta mucho más que lo que recauda o de lo que genera como riqueza. Y como hace eso, disputa en el mercado de crédito bancario, los recursos con el sector privado y encarece el costo del crédito, que es lo que el sector privado necesita para crecer y desarrollar su sector industrial. Tenemos que trabajar de manera que el Estado sea un operador eficiente dentro del sistema económico, que atienda a las necesidades que le competen al Estado: educación, salud, defensa... Y que provea todo aquello que es básico para los argentinos, pero también dejar que las fuerzas de la economía progresen y puedan trabajar libremente generando un dinamismo. Este ciclo económico que lleva 70 años en Argentina tiene que ver con un Estado que gasta más recursos y genera mecanismos financieros que se traducen luego en inflación. La inflación es el impuesto más injusto porque alcanza a todos, al que tiene y al que no tiene. Y afecta mucho más al que no tiene. Entonces tenemos que derrotar a la inflación. Pero tenemos que ser cada vez más productivos, más competitivos y estar atentos a lo que el mundo produce. Los argentinos tenemos que tener un proyecto de desarrollo que sea compartido por todos y donde todos pongamos una cuota de sacrificio en esto que estamos llevando adelante.
Pueblo en Línea: ¿Aspira Argentina a ser el nodo logístico de La Franja y La Ruta en América del Sur?
Jorge Faurie: Estamos vocacionados para que las empresas argentinas puedan participar en los emprendimientos que forman parte del proyecto La Franja y La Ruta. Nosotros tenemos un papel propio dentro de nuestro territorio, y en la región, para servir de conectividad entre el Atlántico y el Pacífico. Y creo que si este proyecto está inscrito dentro de La Franja y La Ruta, es muy importante que Argentina cumpla ese rol de interconectividad entre los dos océanos, haciendo más competitiva no sólo a la economía argentina, sino también a la economía regional.
Pueblo en Línea: ¿Al consolidarse La Franja y La Ruta dentro de la región, podrían surgir colisiones con otros esquemas de integración?
Jorge Faurie: Yo no veo a la iniciativa La Franja y La Ruta como un elemento de colisión. América del Sur tiene un déficit de interconectividad física y energética que tiene que solucionar. Y yo creo que los países de la región tenemos que proponer proyectos que ya todos conocemos, no hay que inventar nada nuevo. Simplemente hay que llevarlos a la realidad. Y creo que esos proyectos se van a inscribir en La Franja y La Ruta para que todo forme parte de una mayor fluidez del comercio internacional.
Pueblo en Línea: ¿Desde la perspectiva Argentina, qué elementos se deben garantizar en el accionar de La Franja y La Ruta para su sostenibilidad y beneficio real?
Jorge Faurie: Todos los proyectos en la vida, y no solamente en aquellos de desarrollo de infraestructura, tienen que ser sustentables financieramente, pero sobre todo tienen que ser benéficos para todas las partes involucradas. Lo más importante es que uno se compromete con aquello que lo beneficia. Y si nuestro socio mira por nuestro beneficio y ambos ganamos, eso es lo que hace sustentable cualquier idea en el mundo, incluyendo la iniciativa La Franja y La Ruta.
Pueblo en Línea: Este año se conmemora el 70 aniversario de la fundación de la Nueva China. Mucho se ha avanzado desde entonces, especialmente durante los 40 años de reforma y apertura. ¿Qué valores y virtudes considera que hoy China le aporta al mundo?
Jorge Faurie: Todos admiramos en China la gran transformación de su economía, que le ha dado un nivel de crecimiento sostenido a lo largo de muchísimos años. China ha incorporado un nivel de acceso a los bienes necesarios para el desarrollo de la vida de gran parte de la población china. Todavía creo que hay mucho más por hacer, pero sin duda esta es la parte que todos saludan porque este crecimiento de la economía, se ha reflejado de que el comercio internacional y la demanda de China en el mercado internacional favorezca el dinamismo de todo el comercio, beneficiando a países como Argentina que son exportadores agroalimentarios.
(Web editor: Rosa Liu, Rocío Huang)