Beijing, 05/05/2019 (El Pueblo en Línea) - El crecimiento económico y demográfico humano parecen estar causando la extinción de miles de especies. Esto acaba con seres vivos muy hermosos y con los agentes clave que le dan forma a los ecosistemas. Estos están compuestos por un lugar o hábitat y una compleja y refinada red de relaciones entre organismos y microbios, que permiten que los bosques respiren, que los océanos sean el hogar de las ballenas o que una persona pueda hacer la digestión. Estas redes son muy complejas, pero en ocasiones la desaparición de una de estas especies o agentes puede tener efectos insospechados y graves, incluso aunque no seamos consciente de ello, según ABC.
Un estudio publicado recientemente en la revista Science Advances ha mostrado una de estas complejas relaciones. Los investigadores han constatado que el drástico descenso de la población de hipopótamos (Hippopotamus amphibius) en África puede llevar a que en décadas escase en los peces en ríos y lagos. El motivo es que las heces de estos mamíferos son una auténtica bomba de silicio para los ecosistemas acuáticos, sin el cual el crecimiento de diatomeas puede peligrar. Si no hay diatomeas, crecen unas algas que consumen todo el oxígeno del agua y que acaban matando a todo tipo de animales.
Los hipopótamos salvajes son animales muy voraces. Cada día, al caer la noche, cada uno se comen docenas de kilogramos de hierba en la sabana africana. Durante el día, descansan y se protegen del calor dentro del agua, en los meandros de los ríos, con lo que envían miles y miles de kilogramos de heces al fondo de los lagos. Dado que la hierba que se comen es muy rica en silicio, los hipopótamos fertilizan el agua con este elemento químico, crucial para las diatomeas. Estos pequeños microbios fotosintéticos, tienen unos pequeños «cascarones» compuestos precisamente por este elemento y que reciben el nombre de frústulas.
Se sabe que la muerte, la excreción y la digestión de los animales tienen un papel fundamental en la distribución de recursos en los ecosistemas, hasta ahora la mayoría de los estudios se han centrado en los ciclos del carbono, nitrógeno y fósforo.