Nueva York, 05/05/2019 (El Pueblo en Línea) - El resurgimiento de Microsoft es sin lugar a dudas digno de película. El caballero de esta aventura es Satya Nadella, que entró en la compañía en febrero del 2014 y que en pocos años le ha devuelto la autoestima y el liderazgo, según La Vanguardia.
Bloomberg habla de “milagro” y de Nadellaissance, en el sentido de renacimiento. Hace pocos días la compañía tocó por unos instantes la cota del billón de dólares en capitalización bursátil, algo que sólo han conseguido Amazon y Apple y que, hasta hace unos años pocos podían imaginar. El precio de sus acciones se ha triplicado en un lustro. Si se hubiesen invertido 1.000 dólares en 2009, hoy, diez años después, se habrían convertido en 8.000.
Microsoft hoy tiene más suscriptores (214 millones) que Netflix y en los servicios de la nube (cloud) obtiene más ingresos que Google. “No conozco ninguna otra compañía de software en la historia de la tecnología que haya sufrido períodos tan duros y que se haya recuperado tan bien”, reconocía Reed Hastings, consejero delegado de Netflix. Como subrayaba el inversor Charlie Belillo, Microsoft era la compañía más grande del mundo en el 2000 por su valor en bolsa. Han pasado casi veinte años y –aunque sea por unos instantes– volvió a serlo. Ninguna de las otras nueve empresas de las top 10 de aquel entonces siguen en este ranking. Es la única que se ha mantenido. Para entender este viaje, todo empieza hace casi cinco años, con el final del reinado de Steve Ballmer, el todopoderoso consejero delegado de la criatura fundada por Bill Gates. La compañía había entrado en un período de obsolescencia. Iba detrás en los motores de búsqueda, en las redes sociales y los móviles. Su mayor fuente de ingresos, el sistema operativo Windows, dependía del mercado del PC, que estaba en declive.