Por Zhong Sheng
Beijing, 20/05/2019 (El Pueblo en Línea) - Un alto funcionario de Estados Unidos recientemente "advirtió" a Reino Unido acerca de la aprobación de éste último a la compañía de telecomunicaciones china Huawei para ayudar a construir algunas partes no esenciales de la red de datos 5G, argumentando que podría permitirle a China "controlar el Internet del futuro" y "dividir las alianzas occidentales a través de bits y bytes".
Además de proferir estas calumnias, el gobierno de los Estados Unidos incluso ha incluido a Huawei en la "lista de entidades", intentando suprimir la empresa.
Hace tiempo ya que algunos funcionarios estadounidenses han estado cabildeando por todo el mundo y vendiendo acusaciones sobre la supuesta amenaza tecnológica china. Por hostilidad paranoica, acusaron falsamente a las tecnologías autodesarrolladas por China.
Como la justicia prevalece, las manos limpias no tienen porque lavarse.
Los Estados Unidos presentaron el argumento porque tienen celos del desarrollo tecnológico de China y quieren encontrar una excusa para poner en marcha la represión política contra China. Las acusaciones, que se fabrican por razones políticas, también pretenden detener el desarrollo de China.
Los hechos son más elocuentes que las palabras. A partir de este mes de marzo, China ha ingresado el 34,02 por ciento de las solicitudes mundiales de patentes clave relacionadas con la tecnología 5G, mientras que Estados Unidos sólo ha tenido una participación del 14 por ciento, ha detallado Iplytics, empresa alemana de datos de patentes.
De regreso al terruño y al escuchar ciertas objeciones, los funcionarios estadounidenses con total ligereza afirman que la 5G es una carrera armamentística en la que Estados Unidos es el único ganador y que vigilarán la tecnología enemiga.
Tales comentarios indican que Estados Unidos ha aplicado su pensamiento de guerra fría a la ciencia y a la tecnología, tratando de subordinar el desarrollo del mundo al suyo propio para beneficio de una camarilla exclusiva, movimiento que va en contra de la tendencia de los tiempos que corren.
Esgrimiendo palabras sin fundamento para confundir y manipular a la opinión pública, un país no demostrará nada más que sus malas intenciones mientras políticamente reprime el desarrollo científico y tecnológico de otros países.
El año pasado, China encabezó el ranking mundial con 4.180.000 personas haciendo investigación y desarrollo, y aseguró el segundo lugar en el número total de publicaciones científicas internacionales y citas de terceros autores.
Al mismo tiempo, la tasa de contribución del progreso científico y tecnológico del país al crecimiento económico aumentó un 58,5 por ciento. También China fue el primer país en solicitudes de patentes mundiales y la concesión de licencias, ascendiendo al lugar 17 en capacidad nacional de innovación integral.
Todas estas cifras han mostrado la transformación de China desde la fábrica del mundo a la gran plataforma de innovación global, sustentada por la creatividad y laboriosidad del pueblo chino.
Si se considera que tales logros son "amenazas", ¿debería tildarse a los Estados Unidos de ser la amenaza número uno del planeta, sencillamente por poseer múltiples tecnologías de vanguardia?
Los Estados Unidos nunca han dudado en utilizar enfoques científicos y tecnológicos para lograr sus objetivos políticos. Algunos argumentaron que Estados Unidos está supervisando al mundo entero, como lo demuestra algunos hechos revelados por Edward Snowden.
Sin embargo, no todos los países se aprovecharán de la ciencia y la tecnología para malas maniobras, como lo hicieron y asumieron los propios Estados Unidos.
A pesar de las falsas acusaciones, las tecnologías chinas han ganado el reconocimiento y el aplauso de la comunidad internacional porque aportan beneficios tangibles.
Hasta la fecha, el "súper arroz verde" -cultivado en China para las regiones pobres en recursos de los países asiáticos y africanos- ya se ha plantado en 18 países. La artemisinina, descubierta por una científica china, le ha salvado la vida a millones de personas.
Además de impulsar la cooperación internacional en el espacio, China ha escrito con la misión Chang'e-4 un nuevo capítulo en la exploración lunar.
Al mismo tiempo, en colaboración con otros países, se sigue aplicando el plan de acción de cooperación en materia de ciencia, tecnología e innovación dentro de La Franja y La Ruta, con el fin de emprender cuatro iniciativas importantes: el intercambio entre personas de ciencia y tecnología, laboratorio conjunto, cooperación para el parque científico y transferencia de tecnología.
China ha inyectado confianza, ha generado oportunidades y ha construido un puente hacia la prosperidad para la ciencia y la tecnología en el mundo.
Mientras que las personas del orbe disfrutan los beneficios mutuos de la cooperación ganar-ganar en ciencia y tecnología, también perciben que algunas personas en los Estados Unidos lanzan barro a las innovaciones chinas.
Requiere tener una visión global para desarrollar la ciencia y la tecnología en medio de una nueva ronda de revolución tecnológica y transformación industrial que cambia el panorama mundial de la innovación. El pensamiento de guerra fría hacia la ciencia y la tecnología está condenado al fracaso.
"Cualquier intento de construir sólidas barreras está destinado a decepcionar. Los esfuerzos pasados en el control de la tecnología han demostrado que decidir qué tecnologías controlar y luego hacer cumplir esas decisiones es enormemente difícil", afirmó James Steinberg, ex Subsecretario de Estado de los Estados Unidos.
Las personas que adoptan la retórica de la amenaza china deben reflexionar sobre su postura. La apertura y la innovación conducirán a la prosperidad, mientras que cualquier intento de minimizar la cooperación internacional en ciencia y tecnología impedirán el paso de los países y pueblos que aman la paz y el deseo de desarrollo.
Las pruebas y tribulaciones sólo ayudan a construir un mejor país. Es por ello por lo que cualquier intento de impedir el progreso de China en ciencia y tecnología será en vano y está destinado al fracaso.
(Zhong Sheng, homónimo en chino para la "Voz de China", es utilizado por Diario del Pueblo para expresar sus puntos de vista sobre la política exterior)