RIO DE JANEIRO, 21 may (Xinhua) -- La agencia de calificación de riesgo Fitch Ratings mantuvo hoy martes la nota de crédito de Brasil en "BB-", tres grados por debajo del grado de inversión (el sello de buen pagador).
Además, la agencia mantuvo la perspectiva estable, e indicó que la calificación no será alterada próximamente, al tiempo que destacó la necesidad de Brasil de hacer reformas.
En un comunicado, Fitch sostuvo que la nota de calificación de Brasil está limitada "por debilidades estructurales en las finanzas públicas y por el alto endeudamiento del gobierno, débiles perspectivas de crecimiento, un ambiente político difícil y por cuestiones relacionadas a la corrupción, que pesaron en la elaboración de políticas eficaces y dificultaron el progreso de las reformas".
La última referencia de Fitch a la nota de crédito de Brasil fue en agosto de 2018, cuando también reafirmó la "BB-" con perspectiva estable.
Brasil perdió el grado de inversión hace tres años y medio, cuando las tres grandes agencias internacionales (Fitch, Moody's y S&P) retiraron el sello de buen pagador al país, que regresó al nivel de 2005.
Brasil conquistó el grado de inversión de Fitch y S&P por primera vez en 2008, mientras que en 2009 logró el mismo distintivo de Moody's.
"Los desafíos fiscales siguen pesando con fuerza sobre el perfil de crédito y vuelven Brasil vulnerable a los choques", agregó la nota firmada por la directora senior del Grupo Soberano de Fitch para América Latina, Shelly Shetty.
La agencia resaltó la importancia de que el gobierno apruebe la reforma de la Seguridad Social y pensiones, considerada clave para sanear las cuentas públicas brasileñas, pero destacó que ello no será "suficiente" para lograr una retomada sólida económica.
"Fitch cree que la aprobación de la reforma de la Seguridad Social es necesaria, pero no es suficiente para mejorar de forma significativa la perspectiva de corto plazo para las finanzas públicas y para cumplir el límite de gastos en los próximos años", agregó el texto.
Fitch también revisó a la baja la proyección del crecimiento económico de Brasil este año del 2,1 al 1,5 por ciento, y para el año que viene del 2,7 al 2,5 por ciento.
Los cálculos son más optimistas que los del mercado financiero, que el pasado lunes proyectó que el Producto Interno Bruto de Brasil crecería un 1,24 por ciento en este año.