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Las prácticas que van en contra de la tendencia del tiempo están destinadas a perder

Beijing, 28/05/2019 (El Pueblo en Línea) - Rechazar la globalización es como rechazar el amanecer, advirtió una vez el periodista George Packer hace unos años.

Desafortunadamente, tales comentarios constructivos han sido completamente ignorados por algunos políticos estadounidenses que van en contra de la tendencia del tiempo y declararon que el americanismo, no el globalismo, será su credo.

Lo que Estados Unidos ha hecho solo perjudica a los demás sin necesariamente beneficiarse a sí mismos. Bajo el proteccionismo comercial, ha recurrido a aranceles adicionales, control de exportaciones y la lista de entidades, y ha hecho una serie de acciones que van en contra de la tendencia del tiempo, incluida la retirada de EE.UU de organizaciones internacionales, la construcción del muro fronterizo y el inicio de la guerra comercial.

Tales prácticas han hecho que el mundo se pregunte si Estados Unidos está abandonando la Tierra.

La globalización económica ha inyectado un fuerte impulso al crecimiento económico mundial. Durante las últimas décadas, EE.UU, que se considera sí mismo un defensor de la globalización económica, también ha sido el mayor beneficiario en el proceso de integración.

Sin embargo, Estados Unidos se está convirtiendo en un destructor, lo que en gran medida ha decepcionado al mundo. Algunos políticos estadounidenses incluso dicen que el libre comercio no es la globalización, y la globalización ha dejado a millones de trabajadores estadounidenses en la pobreza y angustia.

Dicha opinión solo tiene como objetivo desviar los problemas antagónicos internos a la globalización económica, deseando maximizar sus propios beneficios al sacrificio de los intereses globales.

Debido a esa opinión, algunos políticos estadounidenses han perdido su racionalidad y han recurrido a enfoques obsoletos. Han impuesto arbitrariamente tarifas adicionales y han abusado de las investigaciones de seguridad nacional, creando desafíos para los países del mundo.

Dejando de lado la falta de respeto por las reglas y la moralidad de Estados Unidos, ¿la estrategia antihistórica de "America First" hará a Estados Unidos otra vez grande?

Tal como lo dice acertadamente un proverbio kazajo: "Quien intente apagar la lámpara de aceite de otra persona se incendiará su barba". Lo que ha traído la guerra comercial es el alza de los precios de las mercancías en los carritos de la compra de los ciudadanos estadounidenses que no tienen otra opción que asumir la pérdida.

El ingreso neto de los agricultores estadounidenses, que se desplomó un 16% el año pasado, volvió al mismo nivel que hace 10 años, cuando estalló la crisis financiera. La Asociación Americana de Soja, la Asociación Americana de Ropa y Calzado y la Asociación de Tecnología de Consumidores de EE.UU han expresado la preocupación de que las tarifas adicionales solo perjudicarían a los agricultores de EE. UU, las empresas de EE.UU y los consumidores de EE.UU.

Washington no es capaz de trasladar la fabricación a EE.UU, ya que da la espalda a las leyes de transferencia de la industria y la división laboral internacional.

El atraso no ayudará, especialmente en Estados Unidos, dijo el periódico alemán Süddeutsche Zeitung. Para producir las mercancías que solía importar de otros países, EE.UU tiene que recuperar una enorme fuerza laboral. Sin embargo, muchas regiones del país sufren actualmente una falta de recursos humanos.

Los datos económicos de Estados Unidos también anuncian riesgos potenciales. La producción manufacturera disminuyó un 2,1% en el primer trimestre con respecto al año anterior, y el desempeño mensual cayó en 0,5% este abril.

¿Qué obtendrá Estados Unidos al interferir en la cadena industrial global con sus prácticas de acoso escolar? Nada más que la destrucción de su propia imagen.

A Washington siempre le gusta presumir de su sentido de responsabilidad internacional, pero ha dañado gravemente los pedidos de comercio mundial y los productos públicos globales por su amplia provocación de guerras comerciales.

La Organización Mundial del Comercio ha recortado el pronóstico de crecimiento del comercio mundial para 2019 de 3,7% a 2,6%, el más bajo en los últimos tres años. Indica que a Estados Unidos nunca le importa sus responsabilidades, pero que ha puesto una "trampa de recesión" para el mundo.

Incluso los economistas estadounidenses se niegan a aceptar los comentarios y las prácticas de ciertos políticos estadounidenses, diciendo que los movimientos antiglobalización bajo la bandera de proteger los intereses nacionales y los trabajadores no aportarán ninguna solución constructiva, sino que dañarán la imagen internacional que el país ha mantenido durante mucho tiempo.

Estados Unidos va demasiado lejos en el camino de la antiglobalización. Por el contrario, China, cumpliendo con sus responsabilidades y con su compromiso con la globalización, está enviando una señal positiva de que el país siempre actuará como un constructor de la paz mundial, un contribuyente al desarrollo global y un defensor del orden internacional.

La apertura de China no es forzosa, sino una decisión proactiva que inyecta certidumbre al mundo que se encuentra en una "encrucijada". La historia finalmente revelará quién defiende la justicia, sigue el código moral y gana el apoyo de la gente.

La aldea mundial de hoy ya no es una tribu primitiva, y los días en que el aislamiento funcionaba desaparecieron hace mucho tiempo. Cualquier intento de canalizar las aguas en el océano hacia lagos aislados y arroyos simplemente no es posible.

La historia ha demostrado, y una vez más demostrará que los que rechazan el mundo terminarán siendo rechazados por este mundo. Esperamos que los funcionarios de Estados Unidos puedan entender que no hay futuro para las prácticas contra la historia.