Londres, 08/07/2019 (El Pueblo en Línea) - El príncipe Enrique y Meghan Markle siguen haciendo las cosas a su manera y marcando distancias con las tradiciones de la realeza británica, como demostraron de nuevo este sábado en el bautizo de su primer hijo, Archie Harrison Mountbatten-Windsor, según La Vanguardia.
Los duques de Sussex lo celebraron en el Castillo de Windsor, a las afueras de Londres, en un acto privado al que solo asistieron familiares y amigos muy cercanos, lejos del foco de los medios de comunicación y de la ciudadanía.
En contraste con los bautizos de los tres hijos de Guillermo y Catalina, el de Archie, el séptimo en la línea de sucesión al trono, estuvo marcado por el ya habitual secretismo de Meghan, muy celosa de su intimidad y, desde ahora, de la de su primogénito.
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