BUENOS AIRES, 25 nov (Xinhua) -- El ministro de Hacienda de Argentina, Hernán Lacunza, estimó hoy una inflación superior al 50 por ciento hacia finales de año, producto de la volatilidad cambiaria que enfrentó el país de cara a las elecciones generales de octubre pasado.
"Cuando comenzaba la tendencia descendente de la inflación, en abril de 2018, se desataron tensiones cambiarias que trajeron aparejadas una fuerte aceleración de la tasa de inflación; una suba de las tasas de interés y el ingreso de la economía a una nueva recesión (...) proceso que volvió a acelerarse con la nueva depreciación de la moneda, generada por la incertidumbre electoral, por lo que en 2019 terminará el año con una inflación superior al 50 por ciento", expresó Lacunza.
El ministro ofreció un balance de los cuatro años de gestión en materia económica por parte de la Administración que lidera el presidente Mauricio Macri, durante una exposición detallada en la sede del Palacio de Hacienda, en la capital argentina.
Allí reconoció que la Administración saliente dejará indicadores negativos de pobreza, inflación y actividad, pero aseguró que quedarán mejores "cimientos para la economía que viene".
Lacunza reconoció que "en los dos primeros años de la gestión (del presidente Macri), la política monetaria fue más exigente que la fiscal". Asimismo, dijo que el país estuvo en recesión económica durante tres de los cuatro años.
Para el titular de la cartera de Hacienda, Argentina cuenta hoy con "raíces más estructurales de la economía", y que el próximo Gobierno tendrá varios desafíos entre ellos el de recuperar el acceso al crédito.
"El desafío de corto plazo es recuperar el crédito, para lo que el nuevo Gobierno debe generar credibilidad y confianza suficiente", expresó.
Argentina tendrá un nuevo Gobierno el próximo 10 de diciembre, cuando asuma formalmente como jefe de Estado el presidente electo, Alberto Fernández, acompañado de la vicepresidenta electa y ex mandataria, Cristina Fernández.
A mediados de octubre pasado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) previó que Argentina finalizará el año con una inflación del 57,3 por ciento, la tercera más alta del mundo por detrás de Venezuela y Zimbabue.
Además, el organismo financiero previó que la economía argentina profundizará su contracción con una caída de 3,1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).