Por Noemí Galbán
CARACAS, 22 dic (Xinhua) -- Venezuela y China alcanzaron este año el nivel más alto de sus relaciones bilaterales, acontecimiento marcado por la visita del presidente Xi Jinping a Caracas, las celebraciones por los 40 años del establecimiento de los nexos diplomáticos y la realización de la XIII Comisión Mixta entre ambas naciones.
En este contexto fueron firmados un conjunto de importantes acuerdos económicos que sellaron el compromiso común de profundizar la "asociación estratégica integral" planteada por sus máximos líderes, lo cual representa un paso más en la construcción de un nuevo mundo con mayor justicia social, equilibrio, complementariedad y respeto a la autodeterminación de los pueblos.
Esos son los principios fundamentales en los que se basan los vínculos entre ambos países, cuyo crecimiento en el último decenio demuestra la voluntad de Caracas y Beijing por impulsar un nuevo tipo de relaciones económicas, políticas y sociales que son hoy día ejemplo para el resto del planeta, resaltó a Xinhua el analista internacional venezolano, Vladimir Adrianza.
De acuerdo con datos oficiales, el volumen de comercio bilateral entre los dos países se situó en 19.240 millones de dólares en 2013, convirtiendo a Venezuela en el cuarto socio más importante de China en América Latina y ubicando al país asiático en el segundo del suramericano.
Desde 2007 se han invertido 56.000 millones de dólares en Venezuela a través de distintos fondos conjuntos, de ese total 45.000 millones han sido aportados por el Banco de Desarrollo de China (BDC) y los otros 11.000 millones por el Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden).
Estos recursos han permitido impulsar 245 proyectos estratégicos de gran magnitud en los sectores de la industria, el petróleo, la minería, la vivienda, el transporte terrestre, acuático y aéreo. A ellos hay que agregar más de 200 convenios de cooperación en diversas áreas como educación, salud, tecnología, comercio, agricultura, cultura y deporte, que permitirán el progreso integral de Caracas en los próximos años.
"Se trata precisamente de eso, de unas relaciones que actualmente gozan de un dinamismo sin precedentes, un entendimiento excelente donde ambos países se benefician de igual manera", opinó el presidente del Parlamento Latinoamericano (Parlatino), capítulo Venezuela, Carolous Wimmer en entrevista concedida a Xinhua.
Más allá de estos resultados, sin duda el hecho que marcó el fortalecimiento de los actuales nexos bilaterales fue la visita del presidente chino, Xi Jinping, en julio de este año a Caracas.
Durante su estancia en Venezuela, el jefe de Estado chino presentó una propuesta de cuatro puntos para elevar las relaciones a una "asociación estratégica" que represente "la confianza mutua, la cooperación integral, los beneficios para ambos países y los resultados de ganancias compartidas, así como el desarrollo común".
Dentro de sus planteamientos resaltó el llamado a aumentar los intercambios entre gobiernos, partidos y órganos legislativos; fortalecer el diseño de políticas con un nivel superior para promover una cooperación que produzca logros concretos y enfatizó la disposición de China de ampliar la transferencia de tecnología para favorecer el desarrollo de Venezuela.
Sobre este último aspecto, el economista venezolano Víctor Alvarez indicó a Xinhua que el papel de Beijing como dinamizador de la economía del país suramericano pasa irremediablemente por plantearse ambos Estados un esquema de apoyo a la industrialización en Venezuela.
Para el experto, esto se puede lograr a través de procesos de transferencia tecnológica, cualificación de la fuerza de trabajo y asistencia técnica a las pequeñas y medianas empresas para incorporar valor agregado nacional en los proyectos de inversión.
"El planteamiento que yo haría es repensar la relación con China que vaya más allá del financiamiento anticipado que será pagado a futuro con petróleo, sino que sea, sobre todo, el acceso a la tecnología que nos permita a nosotros transformar las materias primas y los insumos básicos que estamos exportando sin mayor valor agregado. Ellos tienen la experiencia, tienen el conocimiento y tienen la tecnología que es lo que justamente en este momento Venezuela necesita", afirmó.
Hacia ese rumbo están encaminados los 38 acuerdos de cooperación suscritos en julio pasado durante la XIII Comisión Mixta entre ambas naciones.
Entre estos destacan el préstamo de 4.000 millones de dólares de la segunda renovación del tramo A del Fondo de Financiamiento Conjunto Chino-Venezolano, mecanismo creado en 2008 para desarrollar principalmente proyectos de gran impacto socioeconómico.
Otro de los convenios firmados fue el memorándum de entendimiento y cooperación financiera entre Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y el banco Exim Bank China, para el financiamiento por 1.000 millones de dólares, recursos que serán utilizados por la empresa estatal suramericana para la compra de bienes y servicios para la industria, así como para la puesta en marcha de nuevos proyectos en el sector.
En el marco de la XIII Comisión Mixta, fueron creadas empresas binacionales para la producción de fertilizantes, agroquímicos y materiales de construcción. En especial, se acordó la instalación de una planta de cemento en el estado noroccidental de Lara, que elevará la producción a 1,2 millones de toneladas al año.
Uno de los más esperados convenios, que generó gran expectativa en la población, fue el anuncio de la construcción del tercer satélite venezolano "Antonio José de Sucre", el segundo de percepción remota que permitirá el fortalecimiento de las capacidades cartográficas en el país y contribuirá con la producción agrícola en todo el territorio nacional.
La empresa china Great Wall Industry Corporation (Corporación Industrial Gran Muralla China) será la encargada de acometer el proyecto que tardará unos 36 meses entre el proceso de fabricación y la puesta en órbita con un costo total de 170 millones de dólares.
Adrianza señaló que más allá de las incuestionables ventajas económicas, los vínculos entre Venezuela y China tienen carácter no solamente de orden estratégico sino que marcan una nueva geopolítica en el mundo.
"La decisión de ambos gobiernos y de Suramérica con China de trabajar en conjunto consolidan una visión de un mundo multicéntrico, donde también la China pretende apuntalar no un mundo hegemónico como el que Estados Unidos ha planteado, sino un mundo pluripolar que fue también lo que planteó el comandante Hugo Chávez", recordó.
"La relación con China va a ser un ariete fundamental para lograr no solo la estabilidad que requiere Venezuela sino que requiere la región en total para construir un mundo diferente a la hegemonía planteada por los Estados Unidos. Es importante que China continúe con su política, con su prédica y con su ejemplo en materia de integrarse con otras naciones que van de la mano en la búsqueda por construir un mundo multipolar", afirmó.
Similar punto de vista ofreció a Xinhua Wimmer, quien subrayó la conjunción de criterios entre la dirigencia política de la nación asiática y de la suramericana, al defender también el rumbo socialista de sus proyectos socioeconómicos ajustados a la realidad de cada país pero con una base común, la justa redistribución de las riquezas, la igualdad e inclusión social y el bienestar de todos.
Una aseveración compartida además por el canciller chino, Wang Yi, quien manifestó en julio pasado que uno de los más importantes resultados de la gira del presidente Xi Jinping por América Latina fue adquirir "una profunda conciencia de que en la época de la multipolarización mundial y globalización económica, la paz, desarrollo, cooperación y beneficio mutuo constituyen una aspiración común de todos los pueblos del mundo".
La cooperación con China y las innumerables oportunidades que expone esta "asociación estratégica integral" adquiere mayor relevancia para el desarrollo futuro de una nación abocada al progreso, al mejoramiento de la calidad de vida de sus ciudadanos y a la expansión de sus potencialidades productivas.