El Pentágono ordenó hoy a las familias de militares estadounidenses abandonar el sur de Turquía por causa del deterioro de la situación de seguridad.
La orden emitida hoy afectará principalmente a familiares de militares estacionados en la base aérea de Incirlik en Adana, Turquía, que en los últimos meses se ha convertido en un importante centro para la realización de ataques aéreos de la coalición encabezada por Estados Unidos en contra objetivos del grupo extremista Estado Islámico (EI) en Irak y Siria.
Los familiares de militares estacionados en las ciudades turcas de Ismir y Mugla también serán afectados por la orden.
"La decisión de sacar a nuestras familias y civiles fue tomada tras consultar con el gobierno de Turquía, el Departamento de Estado y nuestro secretario de Defensa", se indicó en una declaración del Comando Europeo de Estados Unidos.
La orden "tiene como fin mitigar el riesgo para los elementos y el personal del Departamento de Defensa, incluyendo a los familiares, y asegurar la efectividad de combate de las fuerzas estadounidenses y nuestra misión de apoyo a las operaciones en Turquía", indicó.
La orden fue emitida después de que el Departamento de Estado de Estados Unidos emitió una advertencia de viaje en la que exhortó a los ciudadanos estadounidenses a evitar el sureste de Turquía debido a "una mayor amenaza de los grupos terroristas".
Turquía ha registrado una serie de ataques letales en los últimos meses. El más reciente fue el 19 de marzo en el centro de Estambul, una ciudad turca ubicada entre Europa y Asia en el estrecho del Bósforo, y dejó cinco muertos. El ataque se produjo una semana después de la explosión de un coche bomba en Ankara, la capital turca, que cobró 37 vidas.