El plan de ajuste impositivo que anunció esta semana el gobierno de Uruguay para equilibrar las deterioradas cuentas fiscales despertó críticas desde la oposición, el empresariado y los sindicatos.
Aunque criticado, este "sinceramiento fiscal" era, más tarde o temprano, esperado por todos en un contexto de fuerte desaceleración de la economía, afectada por un contexto regional adverso.
El presidente uruguayo Tabaré Vázquez, quien encabeza su segundo mandato personal (2005-2010) y el tercero del izquierdista partido Frente Amplio (FA), calificó de "modesto" este incremento tributario.
EL AJUSTE
Al justificar el ajuste, Vázquez destacó que "el 80 por ciento de este modesto aumento impositivo" que se aplicará sobre el impuesto a la renta de las personas físicas (IRPF) "va a estar gravando al 10 por ciento de la población con mayores recursos".
Con estos cambios introducidos en la Rendición de Cuentas del Presupuesto se busca restablecer equilibrios económicos para que "sigan llegando inversiones al país", con la finalidad de asegurar que "haya más actividad económica y más trabajo para todos los uruguayos".
Uruguay tiene un "discreto desequilibrio fiscal de 3,7 por ciento", señaló el presidente de Uruguay durante el Consejo de Ministros público celebrado el lunes.
Anunció que el gobierno cumplirá en su totalidad los compromisos salariales y que se respetarán los recursos destinados a las políticas sociales, particularmente en educación, salud, seguridad pública e infraestructura.
"Ahora bien, para lograr esos equilibrios, si no vamos a recortar nada de esto, que no lo vamos a recortar, tenemos que tener más ingresos", argumentó.
En ese sentido, "va a pagar más el que tiene más y va a pagar menos el que tiene menos y nosotros no mentimos, se lo dijimos a la gente", explicó.
De igual forma señaló que el impuesto al valor agregado (IVA) bajará 2 puntos porcentuales para las compras con tarjetas.
La proyección corregida de expansión para el periodo 2015-2019 es de 7,7 por ciento, cifra que "más o menos se ubica en la mitad de lo que habíamos previsto cuando hicimos la ley de Presupuesto", justificó el ministro de Economía, Danilo Astori.
"Esto pega mucho en los ingresos públicos, si la actividad está por debajo de lo que habíamos previsto", precisó el funcionario al argumentar el ajuste impositivo.
Para Astori, "las medidas tienen como objetivo proteger los logros ya alcanzados, evitar costos sociales que ninguno de nosotros queremos y generar condiciones para seguir avanzando".
Entre las fortalezas del país mencionó que tiene un "muy buen nivel" de reservas internacionales, proporciones "históricamente muy buenas" de deuda neta respecto al producto, un grado inversor de la deuda y la "confianza de los inversores".
Sin embargo, "las fortalezas si no se toman medidas correctivas terminan por diluirse. Las fortalezas son importantes para momentos de transición como el que estamos viviendo", alertó.
El objetivo es reducir un punto porcentual para 2019 el actual déficit fiscal, que en la actualidad equivale al 3,7 por ciento del producto interno bruto (PIB).
Astori anunció que el Poder Ejecutivo pretende diferir para 2018 la ejecución de 10 por ciento de los aumentos de gastos previstos en 2017.
También se aplicará la limitación del ingreso de funcionarios públicos con la idea de que "por cada tres que egresen, ingresarán dos".
Los aumentos de las tasas del IRPF regirán para aquellos que tengan ingresos mensuales por 33.401 pesos (unos 1.080 dólares), cuya tributación pasará de 15 a 18 por ciento.
La tasa máxima, para los que ganan más de 384.101 pesos (unos 12.262 dólares) aumentará de 30 a 34 por ciento.
En opinión del analista de la consultora Deloitte, Pablo Roselli, "no cabe duda de que se trata de un ajuste importante e inevitable".
"Más que considerarlo adecuado o inadecuado hay que considerar que es más bien realista. Era muy poco probable que se hiciera solamente bajando gastos y hacerlo sólo con impuestos era muy mala señal. Y era poco viable ir a una mayor carga del consumo porque ya está muy cargado y hubiese sido regresivo", dijo Roselli al diario local "El País".
El gobierno pronosticó en un inicio un crecimiento económico de 2,5 por ciento este año, cifra que redujo a 0,5 por ciento, mientras que para 2017 esperaba una expansión de 2,8 por ciento, la cual ajustó ahora a 1 por ciento.
Para el analista Aldo Lema, de Vixion Consultores, es necesario "reconocer la autocrítica implícita y el mayor realismo al bajar proyecciones de crecimiento. Perpetuar el error habría sido aún más costoso".
El PIB creció 1 por ciento en 2015, lo cual confirmó una fuerte desaceleración frente a 2014, cuando creció 3,5 por ciento y encadenó un ciclo de 12 años de crecimiento ininterrumpido.
CRITICAS
El principal líder de la oposición, el senador y ex presidenciable del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou, dijo que una promesa de campaña de Vázquez fue que no iban a incrementarse los impuestos.
"Esto es un golpe duro a la credibilidad y a la confianza que se le puede tener al gobierno", señaló Lacalle Pou.
En ese sentido, indicó que los aumentos van a generar "retracción en la economía nacional, la gente va a gastar menos, la gente va a consumir menos, cosa que ya se viene viendo".
Para el líder del otro gran sector opositor, el Partido Colorado, Pedro Bordaberry, se trata de "un incumplimiento flagrante de una promesa electoral. Están todos los registros de cuando aseguraron que no iban a aumentar la carga tributaria".
"Antes de cargar a los trabajadores y jubilados con más impuestos, lo primero que debe hacer usted cuando va a pedir un esfuerzo, es ver si no puede hacer usted un esfuerzo antes", señaló Bordaberry al sugerir detener la obras públicas no esenciales y rebajar sueldos de algunos funcionarios del gobierno.
La central única de trabajadores del Uruguay, el PIT-CNT, resolvió el martes convocar a un paro general de 24 horas para el 29 de junio en contra del ajuste.
"Es un ajuste de carácter recesivo, porque retrae la inversión del Estado y además quita ingreso a la población trabajadora a través del IRPF", comentó el secretario general del Plenario Intersindical de Trabajadores-Convención Nacional de Trabajadores (PIT-CNT), Marcelo Abdala.
Desde su punto de vista, "existe el espacio fiscal adecuado para que el gobierno, en un momento de desaceleración, tome medidas contra-cíclicas" y eleve los impuestos a las ganancias de las empresas.
Por su parte los representantes de las cámaras empresariales consideraron que el ajuste debe pasar por una contracción del gasto público, no por elevar los impuestos.
La aprobación de la Rendición de Cuentas y el ajuste depende ahora del parlamento, donde se espera un álgido debate.