Presidente ecuatoriano dedicará último año de gobierno a superar crisis por terremoto

Actualizado a las 25/05/2016 - 15:06

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Por Elena Chuquimarca

QUITO, 24 may (Xinhua) -- El presidente ecuatoriano Rafael Correa dijo hoy que en el último año de su gobierno se dedicará a atender la crisis derivada del terremoto que azotó la costa norte del país el 16 de abril.

"Seremos aún mejor gobierno en las dificultades, como ya lo demostramos en 2015. Yo no ofrezco milagros, humildemente les ofrezco llevar la barca de la patria a un buen puerto, sin paquetazos (económicos), sin congelamiento (de depósitos), sin los saqueos de antaño", señaló.

El mandatario rindió su último Informe a la nación ante la Asamblea Nacional (Poder Legislativo), antes de dejar el poder el 24 de mayo de 2017.

El dignatario de izquierda atraviesa por su tercer mandato de cuatro años, para el que fue reelegido en los comicios celebrados en febrero de 2013.

Correa, quien gobierna la nación desde 2007, dedicó gran parte de su Informe al terremoto de 7,8 grados Richter que dejó 663 muertos, 6.274 heridos, nueve desaparecidos, 28.775 damnificados y 6.998 inmuebles destruidos.

Correa dijo que el sismo fue la peor catástrofe de los últimos 70 años, pero "vamos a demostrar de qué fibra estamos hechos los ecuatorianos; lo material lo vamos a recuperar y de esta dura prueba vamos a salir fortalecidos como país, como sociedad".

En homenaje a las víctimas y a los miles de afectados se proyectó un video que mostró la solidaridad nacional e internacional para las provincias de Manabí (oeste) y Esmeraldas (norte), las más devastadas por el terremoto.

Cantautores locales actuaron durante el Informe a la Nación de Correa, quien se declaró conmovido por la voluntad del pueblo para salir adelante.

"A 38 días de la tragedia y pese a toda adversidad seguimos construyendo el nuevo Ecuador", apuntó tras anotar que esta dura prueba se superará con acción colectiva organizada.

Correa aludió así a un conjunto de medidas económicas temporales que aprobó la Asamblea Nacional, de mayoría oficialista, y que entrarán en vigor el 1 de junio próximo.

La principal medida es el incremento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 12 al 14 por ciento, que es rechazada por los empresarios, ya que la califican como recesiva.

Otras medidas son el descuento de un día de sueldo a quienes ganen más de 1.000 dólares mensuales, así como contribuciones por una sola vez del 0,9 por ciento de las personas naturales que tengan patrimonios por más de un millón de dólares, y del 3 por ciento de las utilidades de las empresas o personas jurídicas.

"Son medidas que permiten canalizar de mejor manera la solidaridad y la acción colectiva de todos para enfrentar estos momentos tan difíciles para la patria", justificó Correa, tras criticar la intención de sectores de la oposición de politizar "estas necesarias medidas de ajuste".

VENTA DE ACTIVOS DEL ESTADO PARA OBTENER LIQUIDEZ

El mandatario, quien estima en unos 3.000 millones de dólares la reconstrucción de las zonas afectadas, añadió que el desafío inmediato es vender una serie de activos del Estado para tener liquidez.

Entre esos activos se encuentran una hidroeléctrica, un banco y dos canales de televisión, entre otros.

"No nos gusta hacerlo (vender), pero ojalá entendamos que hemos recibimos un terremoto de casi 8 grados Richter", señaló.

Según el gobernante, la nación enfrenta dificultades por el desplome del precio del petróleo, su principal producto de exportación, la apreciación del dólar y el colapso del mercado ruso, principal destino de las exportaciones locales no petroleras.

Además, por la desaceleración de China y un "írrito" fallo que condenó al país a pagar 1.000 millones de dólares a la petrolera estadounidense OXY dentro de un litigio que se ventiló en el tribunal de arbitraje del Banco Mundial, CIADI.

"El difícil contexto externo ocasionó que en 2015 las exportaciones cayeran en 7.400 millones de dólares, además, disminuyó el financiamiento externo por 2.000 millones de dólares", expuso.

Eso significa que más del 9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) dejó de entrar al flujo circular de la economía local, añadió tras indicar que eso provocó una fuerte reducción del ingreso de dólares al país.

Correa sostuvo que en una economía dolarizada como la ecuatoriana eso implica "menos liquidez, menos depósitos y menos crédito, que a su vez significa menor actividad económica y menos ingresos para el Estado".

Por lo tanto, dijo el presidente, es más difícil acceder a financiamiento "generándose así un círculo que retroalimenta la desaceleración de la economía".

El mandatario apuntó que para romper ese "círculo perverso" hay que cerrar el déficit externo, para lo cual, lo más eficiente es la depreciación de la moneda, pero Ecuador carece de una propia.