El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exhortó hoy a la comunidad internacional a hacer más para poner fin a la inhumana práctica del tráfico de personas y para proteger a migrantes y refugiados, sobre todo a los jóvenes, las mujeres y los niños, de quienes intentan explotarlos.
En un mensaje emitido con motivo del Día Mundial contra el Tráfico de Personas, observado el 30 de julio, Ban hizo un llamado a las naciones para que reconozcan su responsabilidad en el combate a este flagelo mundial.
"En todo el mundo, decenas de millones de personas buscan desesperadamente refugio, muchos de ellos lejos de su hogar y aún más lejos de la seguridad. Los migrantes y los refugiados enfrentan grandes obstáculos físicos y barreras burocráticas. Lamentablemente, también son vulnerables a las violaciones a los derechos humanos y a la explotación de los traficantes de personas", dijo Ban.
"Tenemos que regir la migración de manera segura y basada en derechos, crear caminos suficientes y accesibles para el ingreso de migrantes y refugiados y finalmente abordar las causas de los conflictos, pobreza extrema, degradación ambiental y otras crisis, que obligan a las personas a cruzar fronteras, mares y desiertos", dijo.
En todo el mundo, hombres, mujeres y niños son secuestrados, engañados, chantajeados o manipulados para convertirlos en esclavos, llevarlos a la prostitución, a los trabajos forzados o a la extracción de órganos. Una de cada cuatro víctimas son niños. Más de la mitad de estos niños son de Africa y Medio Oriente y más de un tercio provienen de Asia y el Pacífico.
Al menos 2,5 millones de personas se encuentran atrapadas en un entorno de esclavitud moderna, señala Naciones Unidas.
El secretario general dijo que estos problemas deben ser un tema central en la cumbre de la ONU sobre refugiados y migrantes que se realizará el 19 de septiembre cuando los líderes mundiales se reúnan en Nueva York para el debate anual de alto nivel en la sede del organismo mundial.
La reunión busca, entre otras cosas, lograr un compromiso renovado para realizar esfuerzos intensificados encaminados a combatir el tráfico de personas y el contrabando de migrantes y refugiados, asegurar la protección y la ayuda para las víctimas del tráfico y los abusos y para quienes sufren violaciones a los derechos humanos y abusos en el transcurso de largos desplazamientos y también para promover el respeto al derecho, los estándares y los marcos internacionales.
"Hago un llamado a todas las naciones, ya sean países de origen, de tránsito o de destino, para que reconozcan nuestra responsabilidad compartida. Como primer paso necesitamos una fuerte base legal para la acción", dijo. "Exhorto a todos los Estados a adoptar e implementar la Convención de la ONU contra el Crimen Organizado Transnacional y su protocolo sobre tráfico de personas, así como todos los instrumentos internacionales básicos sobre derechos humanos".
La ONU estableció el Día Mundial contra el Tráfico de Personas el 30 de julio de 2014 con el fin de acabar con el tráfico de personas y de generar conciencia sobre el problema en todo el mundo.
"Los traficantes de personas se aprovechan de los más desesperados y vulnerables", dijo. "Para poner fin a esta inhumana práctica tenemos que hacer más para proteger a los migrantes y refugiados, sobre todo a los jóvenes, las mujeres y los niños, de quienes explotan su deseo de tener un futuro mejor, más seguro y más digno".
En un mensaje separado ofrecido hoy, Yury Fedotov, director ejecutivo de la Oficina de la ONU para el Combate al Delito y las Drogas (Unodc, por sus siglas en inglés), dijo que mientras la comunidad internacional batalla con lo que Ban ha descrito como la mayor crisis de refugiados y migrantes desde la Segunda Guerra Mundial, los traficantes de personas aprovechan la miseria para obtener ganancias.
"Los criminales se aprovechan de las personas necesitadas y carentes de apoyo y ven a los migrantes, sobre todo a los niños, como blancos fáciles para la explotación, la violencia y el abuso", dijo Fedotov.
Ciertos flujos migratorios parecen ser particularmente vulnerables a los traficantes de personas.
Por ejemplo, los ciudadanos de Honduras, Guatemala y El Salvador representan cerca del 20 por ciento de las víctimas detectadas en Estados Unidos, mientras que los flujos migratorios legales procedentes de estos países ascienden a cerca de cinco por ciento del total, dijo.
En Europa Occidental se encuentran patrones similares. Los ciudadanos del sur y el este de Europa constituyen una gran parte de las víctimas detectadas.
Un informe de Undoc, que será dado a conocer este año, destaca además los vínculos entre el tráfico de personas y los flujos de refugiados procedentes de países como Siria y Eritrea, incluyendo a refugiados rohingya de Myanmar y Bangladesh.
Fedotov hizo un llamado a los gobiernos para que ratifiquen e implementen de manera real la Convención de la ONU contra el Crimen Organizado Transnacional y sus Protocolos sobre tráfico de personas para proteger a las víctimas y promover la cooperación internacional necesaria para presentar a los criminales ante la justicia.
"Reforzando las acciones de los Protocolos podemos reforzar la protección a los niños, mujeres y hombres vulnerables y ayudar a promover la seguridad y la dignidad de los refugiados y los migrantes en todas las etapas de su viaje", dijo.