BUENOS AIRES, 31 jul (Xinhua) -- La judoca argentina campeona del mundo, Paula Pareto, a quien le dicen "La peque" por pequeña, ya que apenas mide 1,5 metros de estatura, busca el podio en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
"Odio viajar y es una de las cosas que más pongo en la balanza a la hora de salir a competir", afirmó la competidora nacional en un reportaje publicado este domingo por el diario argentino "Clarín".
Pareto, de 30 años de edad y graduada como médico en 2014, ya sabe lo que es colocarse una medalla en la máxima competición deportiva, al lograr el bronce en Beijing 2008.
La atleta argentina, quien ya entrena en Río de Janeiro, afrontará sus terceros Juegos Olímpicos, tras obtener un quinto puesto en Londres 2012 y ser campeona en el Mundial de Judo en Kazakstán en 2015.
Cuenta con una larga lista de triunfos en diferentes competencias de la especialidad y se ubica en el segundo sitio de la clasificación continental, además de haber subido al podio en los últimos tres Juegos Panamericanos.
La deportista, quien compite en la categoría hasta 48 kilos, comentó que siempre habla con su psicólogo "sobre manejar las presiones, la concentración y la respiración".
"Yo no tengo ninguna presión, porque el judo no es un deporte de marca, y puede ganar y perder cualquiera. Me puedo basar en mis resultados y sería genial, pero arranco todas las competencias de cero y me enfoco en lo que hay que hacer", expresó.
La campeona es una de las esperanzas de medalla de la delegación argentina integrada por 213 atletas, la misma cantidad que en los Juegos Olímpicos de Londres 1948, la más grande de su historia.
Pareto contó hace unos días en entrevista con Xinhua, que aspira a "ganar la primera lucha y después ir viendo cómo se suceden las cosas".
Nacida en San Fernando al norte de Buenos Aires, comenzó a practicar judo a los nueve años junto a su hermano menor y rápidamente se destacó al representar al club Estudiantes de La Plata.
Su primera actuación trascendente llegó cuando tenía 21 años de edad durante los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro, al alcanzar entonces la medalla de bronce en la categoría hasta 48 kilos.
Su momento más glorioso, sin embargo, lo vivió sin duda en Beijing 2008, cuando le dio al judo argentino la primera medalla de la historia, logro que la alienta a mantenerse entre las mejores del mundo en Río de Janeiro 2016.