La suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, decidió que estará presente en la fase final de un juicio político en su contra en el Senado, previsto para la próxima semana, anunció este miércoles la asesoría de prensa de la mandataria.
La fase final del juicio debe comenzar el 25 de agosto y extenderse por unas cuatro o cinco sesiones, pero Rousseff aún no determinó la fecha en que se hará presente en el Congreso.
En el proceso, Rousseff deberá responder a las preguntas que le formulen el presidente del Supremo Tribunal Federal (STF), Ricardo Lewandowski, responsable por coordinar la fase final del impeachment, los senadores, y la acusación o la defensa.
La expectativa es que la mandataria tenga 30 minutos para expresarse libremente en el Senado antes de comenzar a ser cuestionada.
Este martes, Rousseff propuso en un mensaje al pueblo brasileño y a los senadores la realización de un plebiscito para adelantar las elecciones presidenciales de 2018 y realizar una reforma política en el país.
Rousseff fue apartada provisionalmente del ejercicio de la presidencia el 12 de mayo por 180 días, y en su lugar asumió el vicepresidente Michel Temer.
La mandataria es acusada del crimen de responsabilidad por haber practicado el llamado "pedaleo fiscal" (atrasos en los pagos a bancos públicos) y publicado decretos de crédito suplementario sin autorización del Congreso.
Serán necesarios los votos de dos tercios del total de 81 senadores (54 votos) para la destitución definitiva de la mandataria.
En caso de que la presidenta sea destituída, Temer completará el mandato hasta fines de 2018 y Rousseff no podrá ejercer la función pública por un período de 8 años.