El presidente de Brasil, Michel Temer, aseguró hoy que "no hay ninguna varita mágica que recupere de la noche al día una economía golpeada hace algunos años por una política equivocada", y aseguró que su administración está intentando "poner orden" en el país.
"Necesitamos serenidad y paciencia. Lo que necesitamos es poner la casa en orden", dijo Temer en un evento para inversores en Sao Paulo, en el que, además, aseguró que "hay una cierta ansiedad para que todo se resuelva. No se resuelve en seis meses".
"Necesito atender algunas cosas. Quitar el país de la recesión", afirmó el mandatario brasileño, para quien existe "un clima de una cierta unidad de los sectores gubernamentales para sacar el país de la recesión. Después, vendrá el crecimiento".
Brasil vive la recesión más grave de su historia, tras la caída de su economía en un 3,8 por ciento en 2015, y la previsión de que lo haga en un 3,5 por ciento este año, sumando así, por primera vez, dos años seguidos en negativo.
Además, registra una alta inflación, un desempleo del 11,8 por ciento y una tasa de interés del 13,75 por ciento, que busca frenar la inflación pero que restringe el acceso al crédito y al consumo de la población.
Temer también habló de la crisis política que vive Brasil, de la cual dijo: "Reconozco el hecho de que en este último mes la confianza cayó un poco debido a varios incidentes de naturaleza política". No obstante, reiteró su compromiso de "pacificar el país".