El gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens, dijo este jueves que su futura salida del banco emisor no se debe a desencuentros con el gobierno federal ni a la coyuntura que priva en la economía mexicana.
Elegido este jueves por el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) para que sea su gerente general a partir de octubre de 2017, Carstens aclaró que no "abandona el barco en medio de la tormenta".
"Para empezar, voy a estar aquí siete meses más todavía y espero que la tormenta no dure tanto", explicó el gobernador del Banxico.
La noticia de su renuncia, efectiva a partir del 1 de julio de 2017, llega cuando la moneda mexicana enfrenta episodios de volatilidad y priva una incertidumbre en la economía a consecuencia del triunfo electoral del republicano Donald Trump en Estados Unidos, quien en su campaña presidencial anunció sus intenciones de modificar la política comercial.
El economista, quien ha dirigido el Banxico durante casi siete años, aseguró que ni él ni México marcan los tiempos del BIS, la institución con sede en Basilea, Suiza, que agrupa a 60 bancos centrales que en suma representan al 95 por ciento de la economía mundial.
"De ninguna manera se debe leer mi salida como una reacción de mi parte a una situación coyuntural o algún supuesto desencuentro con la Secretaría (ministerio) de Hacienda o el gobierno federal. No hay nada de eso", sostuvo.
"La realidad es que así se dieron los tiempos, la decisión de tomar esta oportunidad es porque me interesa seguir sirviendo en un ámbito más global", agregó el economista quien será el primer gerente del BIS proveniente de un país emergente.
Carstens consideró que los siete meses en los que continuará al frente del Banxico permitirán que la transición hacia el siguiente gobernador sea "tersa, ordenada y sin sobresaltos".
Agregó que continuará "plenamente dedicado" a la tarea de procurar la estabilidad del valor adquisitivo de la moneda y velar por el sano desarrollo del sistema financiero y el desenvolvimiento estable de los mercados, en coordinación con el ministerio de Hacienda.
Insistió en que el Banxico es una institución sólida, en donde las decisiones son tomadas de manera colegiada por la Junta de Gobierno, de la cual es un miembro más.
Carstens, quien en 2011 buscó la dirigencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) que finalmente recayó en Christine Lagarde, llegó al puesto de gobernador de Banxico en diciembre de 2009 a propuesta del entonces presidente mexicano, Felipe Calderón.
Tras recibir su renuncia, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, emitió un comunicado en el que lo felicitó por su designación en el BIS y reconoció su "comprometida y destacada" labor al frente del Banxico.
Peña Nieto abundó que la vacante en el puesto de gobernador será cubierta conforme a la regulación del Banxico.