El presidente de Brasil, Michel Temer, autorizó hoy la actuación de las Fuerzas Armadas para garantizar la seguridad en el estado de Espírito Santo (sureste), en respuesta a un pedido del gobernador César Colnago, ante una huelga policial.
El ministro de Defensa, Raúl Jungmann, habló con el gobernador Colnago la víspera por la noche y este lunes recibió la autorización de Temer para garantizar el orden público, tras la ola de violencia que se vivió el fin de semana pasado.
Colnago informó que 200 hombres de la Fuerza Nacional (un cuerpo de elite) asumirán las tareas policiales en Espírito Santo, un estado ubicado en el litoral brasileño al norte de Río de Janeiro.
El fin de semana pasado se reportaron al menos 51 homicidios en calles de la ciudad de Vitoria, capital de Espírito Santo, frente a sólo cuatro homicidios ocurridos en todo enero anterior.
Para preservar la seguridad de la población, el gobierno de Espírito Santo suspendió las clases en las escuelas de Vitoria y la atención en los centros públicos de salud, además de que el transporte urbano de pasajeros también está suspendido por decisión de las empresas.
La Justicia regional declaró ilegal la huelga y ordenó a los manifestantes -familiares de policías- dejar las puertas de los cuarteles, donde se encuentran en reclamo de reajustes salariales.
Los familiares decidieron manifestarse a las puertas de los cuarteles, donde impiden la entrada o salida de automóviles, debido a que los policías no pueden tomar medidas de fuerza de acuerdo a la legislación.
A pesar de la orden, las protestas continuaban este lunes y los agentes no habían retomado sus funciones.
Antes de aterrizar en Victoria, el ministro Jungmann va a Natal en Río Grande do Norte (noreste), donde el Ejército termina su misión de seguridad de la ciudad, tras el envío de tropas por los sangrientos motines en cárceles del estado.