Al menos 62 personas han sido asesinadas desde el sábado anterior en el estado brasileño de Espirito Santo (sureste), después de que la policía decretó una huelga por falta de inversión en seguridad, informaron hoy fuentes sindicales.
La mayoría de las muertes ocurrieron en la ciudad de Vitória, capital del estado, y su región metropolitana, precisó el Sindicato de Policías Civiles de Espírito Santo.
El sindicato denunció que Vitória enfrenta un caos en materia de seguridad y que los habitantes están nerviosos por los asaltos perpetrados desde que los agentes policiales decidieron irse a huelga.
Los agentes de la Policía Militarizada están en sus cuarteles desde el sábado y sus propias familias impiden que salgan a las calles a patrullar, al exigir una mayor inversión para garantizar el buen ejercicio de sus funciones y un reajuste salarial.
Los familiares de los policías militares encabezan la protesta, debido a que los agentes tienen estatus de soldados y el Código Penal Militar brasileño castiga con una condena de hasta dos años de prisión su participación en huelgas o manifestaciones.
El aumento de la violencia en Espírito Santo motivó que el gobierno del estado solicitara ayuda al gobierno federal, que respondió con el envío de 1.200 hombres de las Fuerzas Armadas y de la Fuerza Nacional de Seguridad para garantizar la ley y el orden.