BEIJING, 10 jul (Xinhua) -- China está decidida a contener el apalancamiento y los riesgos financieros y para ello está dispuesta a asumir el malestar que en el corto plazo supondrán las medidas al efecto a cambio de la salud de la economía a largo plazo.
El Banco Popular de China, la entidad central del país, aumentó las inyecciones de efectivos a comienzos de junio para sostener la liquidez, lo que alimentó los rumores de que el gobierno estaba flaqueando en su actual campaña de desapalancamiento.
Pero el banco central cambió de táctica drásticamente a finales de junio y redujo sustancialmente la inyección de efectivos.
El banco suspendió de nuevo el viernes las operaciones en el mercado abierto argumentando que la liquidez del sistema bancario era amplia.
Esta medida supuso que el viernes fuese el undécimo día hábil consecutivo en que se suspendieron las operaciones de mercado abierto. La maduración de 20.000 millones de yuanes (2.900 millones de dólares) por recompras inversas ha llevado a una contracción neta de la liquidez de 630.000 millones de yuanes desde el 22 de junio.
Para silenciar las especulaciones, el banco central reiteró esta semana que continuará aplicando una política monetaria prudente y neutral, utilizando los instrumentos al uso para mantener estable la liquidez y dando más importancia a la prevención y el control de los riesgos financieros.
Los analistas creen que el desapalancamiento no se detendrá, dada la firme determinación del liderazgo chino y el estable crecimiento económico.
El analista de Citic Securities Ming Ming calificó la campaña de operación a medio plazo y previó que durará un largo tiempo y no cambiará, pero adujo que el ritmo y la intensidad de las medidas políticas se reajustará según sea necesario para adaptarse a los cambios.
Ming admitió que las medidas de desapalancamiento de China han sido hasta la fecha efectivas, proactivas y científicas y han dado resultado.
El crecimiento de la llamada M2 o medida amplia de oferta monetario bajó a un nivel récord en mayo.
Los productos de gestión patrimonial de los bancos (WMP, en sus siglas en inglés) totalizaron 28,4 billones de yuanes a finales de mayo, lo que supuso una caída desde los 30 billones al término de 2016. La rápida expansión del sector ha sido considerado como una fuente principal de riesgo financiero, ya que los WMP fuera de balance dirigen los depósitos a inversiones arriesgadas y no adecuadamente reguladas.
Los progresos no se logran sin costes, no obstante.
Los analistas advirtieron de que el sector empresarial de China está notando la presión y se enfrenta a un periodo más complicado, porque los costes de financiación están aumentando y podrían seguir haciéndolo, al tiempo que será mas difícil conseguir crédito, especialmente para las empresas pequeñas y medianas.
Al mantenerse la campaña, la situación de liquidez seguirá siendo ajustada durante el resto del año. La presión por el desapalancamiento, el enfriamiento del mercado de bienes raíces y el crecimiento moderado de la inversión afectarán al crecimiento económico.
Aunque respaldar el desapalancamiento ha obligado a mantener la liquidez relativamente controlada, las autoridades chinas han tenido cuidado de evitar que la demanda se resintiese.
Los datos del banco central muestran que la financiación social y los nuevos préstamos denominados en yuanes crecieron en mayo, en comparación con el mismo periodo del año pasado, lo que indica que existe un fuerte apoyo financiero a la economía real.
Li Peijia, investigador del Instituto de Finanzas Internacionales del Banco de China, dijo que la campaña se encuentra aún en una etapa crucial y que espera que la política monetaria continúe siendo prudente y más estricta conforme avance la segunda mitad del año.
Los responsables políticos no anunciarán nuevas medidas para cortar el apalancamiento, pero pondrán el foco en la mejor aplicación de las existentes y la creación de un mecanismo a largo plazo para el equilibrio entre el crecimiento estable y el desapalancamiento.
Lian Ping, economista del Banco de Comunicaciones, aconsejó al gobierno que garantice créditos para las empresas pequeñas y medianas y alivie la presión por el desapalancamiento.
El gobierno debe, además, mejorar su política fiscal e implantar medidas industriales de apoyo para asegurar la estabilidad del crecimiento económico, apuntó Zhang Jun, economista de Morgan Stanley Huaxin Securities.
La economía de China creció al 6,9 por ciento en el primer trimestre del año, un 0,1 puntos porcentuales más que el trimestre anterior y por encima de la meta anual del 6,5 por ciento establecida por el gobierno para 2017.