Dar cuidado especializado a los huérfanos discapacitados. Desde 2015, China ha incluido a los niños discapacitados, enfermos o huérfanos, residentes en la ciudad o el campo con derecho a recibir un estipendio vital mínimo por dificultades extremas en el programa de subsidios "Plan de futuro para la rehabilitación de húerfanos discapacitados". Tomando como referencia las políticas y prácticas de ayuda a niños huérfanos y discapacitados de las instituciones de asistencia social, se ha ofrecido asistencia médica y de rehabilitación a decenas de miles de niños que a través de este plan han podido integrarse en la sociedad. Además, todos los niños recién ingresados en las instituciones de bienestar que cumplen las condiciones para ser operados pueden ser atendidos cuando lo necesiten. Hasta finales de 2016, China había invertido 860 millones de yuanes en la cirugía correctiva y la rehabilitación de más de 90.000 niños huérfanos y discapacitados.
VII. Participar activamente en la gobernanza global de la salud y la asistencia médica internacional
Como defensor, promotor y practicante de la cooperación internacional en el campo médico y sanitario, China se ha esforzado siempre por cumplir con los índices de salud del Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, los objetivos del desarrollo sostenible en materia de salud en el marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU. Asimismo, China lleva a cabo de forma activa actividades de asistencia médica en el extranjero y tratamiento global de emergencias, cumple a conciencia los convenios internacionales en materia de salud y asume con determinación sus responsabilidades humanitarias internacionales.
Participar en la construcción del sistema de reglas médicas y sanitarias internacionales. China fue uno de los primeros países en firmar y ratificar los Estatutos de la Organización Mundial de la Salud, adherirse a la Convención Única sobre Estupefacientes y el Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas, participar en la elaboración de acuerdos y declaraciones internacionales como la Declaración de Almá-Atá y apoyar a la Declaración Mundial sobre Supervivencia, Protección y Desarrollo Infantil. En 2016, durante la 69ª Asamblea Mundial de la Salud, China propuso e impulsó la aprobación de la resolución "Promoción de la innovación y el acceso a medicamentos infantiles de calidad, seguros, eficaces y asequibles", logrando una buena acogida por las diversas partes.
Cooperar extensivamente con la Organización Mundial de la Salud. En 2016 se firmó y publicó en Beijing la Estrategia de Cooperación China-Países de la OMS (2016-2020), que sirvió para confirmar la cooperación en cuanto a políticas, planificación, tecnología y recursos humanos en materia de salud. En 2017, China y la OMS firmaron el memorándum de entendimiento y el plan de acción sobre cooperación en materia de salud en el marco de la iniciativa de la Franja y la Ruta para promover junto con los países participantes la cooperación sobre emergencias sanitarias, prevención de enfermedades contagiosas y medicina tradicional.
Ampliar continuamente el intercambio y la cooperación internacional en materia médico-sanitaria. China comparte su experiencia y establece diálogos estratégicos con otros países en materia de salud y organiza todos los años seminarios sobre el campo de los servicios médicos y sanitarios. Durante la cumbre de Johannesburgo del Foro de Cooperación China-África celebrada en diciembre de 2015, China y los países africanos publicaron un plan de cooperación en materia de salud pública, incluido la participación en la construcción de Centros de Control de Enfermedades y Prevención africanos. En octubre de 2016, China estableció relaciones de cooperación hospitalaria con 15 países asiáticos y africanos, entre ellos Etiopía. En abril de 2017 se firmaron tratados de cooperación médico-sanitaria con países africanos como Malaui. Desde 2005, China ha formado a miles de funcionarios y técnicos en países en vía de desarrollo e impulsado proyectos de enseñanza y formación de organizaciones no gubernamentales sobre salud reproductiva entre adolescentes y prevención del sida en países como Zimbabue, Kenia y la región del río Mekong.
Lograr resultados notables en la asistencia médico-sanitaria en el extranjero. Desde 1963, China ha enviado equipos médicos de ayuda a 69 países en vía de desarrollo, compuestos de un total de 25.000 profesionales que han tratado a 280 millones de pacientes. Durante la serie de cumbres de ONU celebradas en septiembre de 2015, China anunció importantes medidas de asistencia sanitaria como la construcción de 100 hospitales y clínicas en países en vía de desarrollo durante los siguientes cinco años y la ejecución de 100 "Proyectos de salud de mujeres y niños". A fecha de junio de 2017, China tenía a más de 1.300 médicos y especialistas de salud pública destinados en 51 países de todo el mundo, había formado en China a más de 20.000 profesionales en administración y técnica médica y sanitaria para los países que recibieron la asistencia, construido más de 150 instalaciones como hospitales generalistas, centros especializados y almacenes de medicamentos, proporcionado suministros médicos como ambulancias, instrumental médico y equipos de la cadena de frío de las vacunas y donado a África medicamentos contra la malaria que ayudaron a salvar 40 millones de vidas. Desde 2008, China ha establecido 30 centros de prevención y tratamiento de la malaria en países africanos y cedido medicamentos contra la enfermedad basados en la artemisinina por valor de 190 millones de yuanes.
Desarrollar eficazmente la atención global de emergencias. China cumple con los criterios del Reglamento Sanitario Internacional, participa activamente en operaciones internacionales de rescate de emergencia, que en ocasiones lidera, y ha intervenido sucesivamente en el tratamiento de la fiebre amarilla y el virus del Zika en países como Angola y Guyana. En 2014, durante el brote de fiebre hemorrágica del Ébola en África Occidental, China contribuyó con cuatro envíos de dinero y suministros valorados en 120 millones de dólares a los países afectados y organizaciones internacionales sobre el terreno. Además, se envió a más de 1.200 médicos y especialistas de salud pública a zonas afectadas por epidemias y los países vecinos, para realizar cerca de 9.000 análisis de muestras, hacer seguimiento de 900 casos y formar a 13.000 médicos locales y personal comunitario de prevención. Tras el terremoto de magnitud 8,1 grados de 2015 en Nepal, China envió a cuatro equipos médicos compuestos por 193 integrantes que salvaron a más de 2.600 personas y formaron a más de 1.000 técnicos en labores de higiene y prevención.