Desde el inicio del proceso de reforma y apertura en 1978, para hacer frente a los problemas existentes de escasez seria de recursos médicos y sanitarios, capacidad insuficiente y baja eficiencia de los servicios, China permitió la financiación a través de múltiples canales y estimuló el desarrollo médico de varias formas, mediante el aumento de la oferta de recursos, la apertura del mercado de producción y distribución de medicamentos, el desarrollo de la industria farmacéutica y la promoción de la medicina tradicional china. Se adoptaron diversas medidas de estímulo económico para promover que el personal médico mejorase su desempeño y se aumentase la vitalidad interna del sector. En 1996, la primera Conferencia Nacional sobre Servicios Sanitarios sirvió para definir los principios orientadores del desarrollo sanitario en el nuevo periodo. Estos principios consistían, básicamente, en centrarse en las zonas rurales, dar prioridad a la prevención, poner el mismo énfasis en la medicina tradicional china y la occidental, basarse en la ciencia, la tecnología y la educación, animar a la participación de toda la sociedad y trabajar para servir a la salud del pueblo y a la modernización socialista. En 1998 China inició el establecimiento del sistema de seguros sociales de asistencia médica para cubrir las necesidades básicas de los trabajadores. En el año 2000, se estableció el objetivo de crear un régimen médico, farmacéutico y sanitario para las zonas urbanas adaptado a los requerimientos de la economía de mercado socialista, lo que permitió al pueblo acceder a servicios médicos a precios razonables y de buena calidad y, por lo tanto, elevar el nivel de la salud de los chinos. En 2002 China publicó la "Decisión sobre el fortalecimiento del trabajo de salud pública en las zonas rurales", con el fin de, a partir de la realidad del desarrollo económico y social rural, profundizar en la reforma del sistema y los mecanismos de los servicios médicos en las zonas rurales y dirigir prioritariamente las inversiones hacia el campo para satisfacer las necesidades médico-sanitarias de los campesinos en los diversos niveles.
En 2003, bajo la firme dirección del Partido y el Gobierno, el pueblo chino se unió para conseguir una importante victoria en la lucha contra el síndrome respiratorio agudo grave (conocido como SARS por las siglas en inglés). Tras esta experiencia, China tomó medidas integrales para mejorar los servicios de salud pública y los trabajos de prevención y control de enfermedades graves. Ha mejorado continuamente el sistema de prevención y control de enfermedades graves, se han completado progresivamente los mecanismos de respuesta a emergencias sanitarias públicas, se ha acelerado el desarrollo de los servicios médico-sanitarios en las comunidades rurales y urbanas, y el nuevo tipo de asistencia médica cooperativa rural y los seguros de asistencia médica básica para la población urbana han obtenido grandes avances.
En 2009, China inició una nueva ronda de reforma del sistema de los servicios médicos, farmacéuticos y sanitarios. El documento "Opiniones sobre la profundización de la reforma del sistema de los servicios médicos, farmacéuticos y sanitarios" estableció la concepción del sistema médico-sanitario básico como un producto público que debe ser accesible para todo el pueblo, definió claramente su naturaleza carente de ánimo de lucro y formuló los "cuatro sistemas", conformados por la sanidad pública, los servicios médicos, la garantía médica y el suministro de medicamentos, y los "ocho soportes", que incluyen la administración, la operación, la inversión, los precios, la supervisión, la tecnología y el personal cualificado, la información y el desarrollo basado en la ley, con el objetivo de formar dicho sistema y promover un desarrollo integral, equilibrado y sostenible de los servicios sanitarios. A continuación, el Estado publicó dos documentos: el "Plan de implementación prioritaria a corto plazo sobre la reforma del sistema de los servicios médicos, farmacéuticos y sanitarios (2009-2011)" y el "Programa de profundización e implementación de la reforma del sistema de los servicios médicos, farmacéuticos y sanitarios durante el periodo del XII Plan Quinquenal". A través de ellos se fijaron los objetivos de la reforma, que eran acelerar la construcción del sistema de garantía de asistencia médica fundamental, mejorar el sistema de servicios médicos y sanitarios en los niveles de base y promover un acceso igualitario a los servicios sanitarios públicos básicos.
Desde 2012, China ha impulsado la reforma del sistema de los servicios médicos, farmacéuticos y sanitarios, acelerado la reforma integral de hospitales públicos, puesto en práctica la reforma de los precios de los medicamentos, la implementación general del sistema del seguro de enfermedades graves urbano y rural, la construcción activa de un sistema de diagnóstico y tratamiento a varios niveles y la mejora de las políticas de producción, distribución y consumo farmacéutico. El 29 de octubre de 2015, el comunicado de la V Sesión Plenaria del XVIII Comité Central del Partido hizo referencia formalmente por primera vez a la "construcción de una China sana". En agosto de 2016, la Conferencia Nacional de Sanidad y Salud estableció "la necesidad de seguir una política correcta para promover los servicios de salud, centrarse en los niveles de base, esforzarse en la reforma y la innovación en el sector médico, dar prioridad a la prevención, situar al mismo nivel la medicina tradicional china y la occidental, incorporar la promoción de la salud a todas las políticas e implicar a todo el pueblo en la promoción de la salud y que, así, todos se beneficien". En octubre de 2016, China dio a conocer el proyecto "China saludable 2030", un documento de guía para el impulso y la elevación del nivel de salud del pueblo.
El desarrollo del ámbito de los servicios sanitarios ha permitido crear bienestar y ha aportado salud al pueblo chino. La esperanza de vida de los chinos se ha elevado de 67,9 años en 1981 a 76,5 en 2016, y la tasa de mortalidad de las embarazadas y parturientas se ha reducido de 88,9 por cada 100.000 casos en 1990 a 19,9 por cada 100.000 casos en 2016, mientras que la de los recién nacidos ha pasado de 34,7 por 1.000 en 1981 a 7,5 por 1.000 en 2016. Los principales indicadores sanitarios de los chinos son generalmente mejores que el nivel medio de los países con ingresos medios y altos, de forma que se han cumplido antes de tiempo los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU. Además, China ha configurado un sistema institucional de salud regido por la Constitución, basado en las leyes y reglamentos civiles, en las leyes y reglamentos administrativos sobre la sanidad y en los reglamentos locales, y guiado por los programas y planes del sector de la salud. El sistema ha demostrado ser efectivo en el mantenimiento de una relación sana entre el personal médico y los pacientes y en la resolución de forma justa de las disputas médicas, con lo que ha permitido hacer realidad el derecho a la salud del pueblo.