RÍO DE JANEIRO, 19 dic (Xinhua) -- El presidente de Brasil, Michel Temer, volvió hoy a defender la reforma del sistema de la Seguridad Social, y dijo que las personas que más ganan deberían hacer un plan de pensiones complementario.
En una rápida aparición durante la reunión de la cúpula del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), del que forma parte, Temer defendió nuevamente la reforma, que ha quedado aplazada hasta el año próximo, debido a que el gobierno no tiene los 308 votos necesarios en la Cámara de Diputados para sacarla adelante.
"Un gobierno reformista que ahora debe caminar para el tema de la Seguridad Social, que en verdad no perjudica a nadie. No perjudica a aquellos que ganan más de 5.330 reales (1.625 dólares), el techo de la Seguridad Social", explicó el mandatario.
"Estas personas no se llevan ningún perjuicio, porque quien gana 25.000 o 30.000 reales (7.620 o 9.140 dólares) harán un plan de pensiones complementario. En este plano de pensiones complementario, lo que sucederá es lo siguiente: el sujeto perderá por mes 500 o 600 reales (150 o 180 dólares) para poder tener el plan de pensiones complementario. Entonces, todos salen ganando", agregó.
Para Temer, si no se aprueba la reforma de la Seguridad Social, "dentro de dos o tres años" no habrá más dinero para pagar las jubilaciones.
"En el proyecto actual, hay un ahorro para el país de cerca de 600.000 millones de reales (182.000 millones de dólares) en 10 años. Y no podemos hacer broma con esto, porque si jugamos con esto, dentro de poco no tendremos dinero para pagar a los jubilados. Y en breve, digo, dentro de dos o tres años, tampoco", agregó.
Durante su discurso, Temer destacó los cambios que ha impulsado su gobierno desde que llegó al poder en mayo del año pasado, como el límite de los gastos públicos y las reformas en educación y la laboral.
Según él, los cambios en la legislación solamente fueron posibles gracias al apoyo del PMDB y del Congreso Nacional, que dejó de ser visto como un "apéndice del Ejecutivo".
Tras no haber podido aprobar este año la reforma de la seguridad social como pretendía, el gobierno brasileño fijó para el 19 de febrero la votación en la Cámara Baja del polémico proyecto.
Entre los puntos principales de la reforma propuesta por el gobierno están la edad mínima de jubilación de 65 años para los hombres y 62 para las mujeres, además de la exigencia de al menos 25 años de cotización.
El proyecto ofrece una regla de transición para los trabajadores que ya están en el mercado laboral.
En mayo, tras una sesión de más de nueve horas, el gobierno logró aprobar el texto en la comisión especial de la reforma instalada en la Cámara para discutir el tema, pero la crisis política subsecuente impidió continuar con el debate.
Según el ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, la aprobación de la reforma es imperiosa para retomar el equilibrio fiscal y evitar el crecimiento de la deuda pública.