RIO DE JANEIRO, 2 feb (Xinhua) -- El Chapecoense pidió hoy que la Conmebol expulse al Nacional de Uruguay de la Copa Libertadores de fútbol después de que dos de sus hinchas se escarnecieran de la tragedia aérea, que diezmó el equipo brasileño en 2016, durante el partido de ida entre los dos clubes por la segunda fase del torneo, disputado en Chapecó y ganado por 1-0 por los uruguayos.
Imágenes del duelo muestran dos de los hinchas vestidos con camisa del Nacional haciendo gestos en alusión a un avión cayendo, para el horror de todos que miraron el video difundido por las redes sociales.
Un vuelo chárter de la aerolínea Lamia, en el que viajaban jugadores del club brasileño, directivos y periodistas deportivos, se accidentó, el 28 de noviembre de 2016, en momentos en que pretendía aterrizar en el Aeropuerto Internacional José María Córdova, en la localidad colombiana de Rionegro.
Los jugadores del Chapecoense viajaban a la ciudad de Medellín, donde se enfrentaría al Atlético Nacional por la Copa Sudamericana. En el accidente murieron 71 personas y seis resultaron heridas.
El documento enviado por el Chape informa que la solicitud está basada en los artículos 8 y 14 del reglamento disciplinario de la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) y solicita además que la resolución ocurra antes del partido de vuelta, a disputarse el próximo 7 de febrero en Montevideo o que se postergue el juego.
La acción del equipo brasileño ocurrió después de la nota enviada por el Nacional en la que el club expresó su "más íntimo y profundo sentimiento de vergüenza" y solicitó "encarecidamente" que el Chapecoense "acepte nuestras más hondas manifestaciones de disculpas, ante el horroroso y repudiable gesto cometido".
Lamentablemente "muchas mentes enfermas canalizan su irracionalidad a los escenarios deportivos", añadió el Nacional que ya expulsó del club a uno de los involucrados en el lamentable episodio.
El equipo uruguayo envió también un comunicado semejante a la Conmebol, cuya Unidad Disciplinaria abrió una investigación tras haber "tomado conocimiento de comportamientos ofensivos que atentan contra la dignidad humana de las personas".