BUENOS AIRES, 6 abr (Xinhua) -- Argentina o Brasil pueden beneficiarse si China decide comprar menos soja a Estados Unidos como consecuencia de las más recientes fricciones comerciales entre las primeras dos economías del mundo, iniciadas por Washington con su anuncio el martes de una lista propuesta de productos sujetos a un posible arancel adicional del 25 por ciento, que afecta a exportaciones chinas por 50.000 millones de dólares.
Así lo afirmó este viernes el economista argentino Iván Cachanosky en entrevista con Xinhua.
El también magíster en Economía Aplicada de la Universidad Católica Argentina (UCA) se refirió asimismo a la repercusión de dicha disputa comercial en materia agrícola a nivel general y, en lo particular, a la soja argentina, uno de los principales productores a nivel mundial.
"Los aranceles anunciados por el gobierno de China responden en primer lugar a los aranceles de Estados Unidos sobre el acero (el 25 por ciento) y el aluminio (el 10 por ciento), y en segundo lugar al memorando firmado el 22 de marzo por el presidente Donald Trump que permite imponer aranceles (...) a importaciones de China", señaló.
China dio a conocer el miércoles su lista de productos que importa desde Estados Unidos por valor de 50.000 millones de dólares a los cuales empezará a aplicar aranceles más altos, entre ellos soja, automóviles y químicos.
"El golpe observado en los mercados responde principalmente a que los productos que sufrirán los aranceles impuestos por China son productos sensibles e importantes. Debido a esto, prontamente se vio la reacción en los bienes relacionados: la soja y el aceite de soja cayeron ese día en torno a 15 dólares en Chicago. En tanto, el maíz y el trigo lo hicieron en menor magnitud, 1,6 y 3,2 dólares, respectivamente", puntualizó Cachanosky.
A las 15:30 GMT del miércoles, los futuros de soja cayeron más de 30 centavos la fanega, o un tres por ciento. En una cosecha proyectada para 2018 de 4.300 millones de fanegas, los productores de soja estadounidenses perdieron más de 1.290 millones de dólares en el valor de su cosecha solo en la mañana de este viernes.
El analista también se refirió a eventuales cambios en los precios y exportaciones del producto, y señaló que "la magnitud en las variaciones de precios y exportaciones dependerá de las respuestas que vayan tomando de un lado y del otro y si las disputas continúan escalando".
El mercado de Chicago es referente por el lado del precio, por lo que, si este continúa bajando, se verá un impacto global similar, aunque por el lado de las cantidades vendidas, pueden verse partes beneficiadas, observó Cachanosky, colaborador de la Fundación Libertad y Progreso.
"Si China, gran comprador de soja, como parte de sus represalias decide comprar menores cantidades a Estados Unidos y más soja a otros países, como por ejemplo Argentina o Brasil, estos últimos podrían beneficiarse. Claro que dependerá de las cantidades que puedan ofrecer estos países también", explicó.
Según datos mencionados el jueves por el viceministro de Hacienda chino Zhu Guangyao en una rueda de prensa, la soja estadounidense vendida a China supuso el 62 por ciento de sus exportaciones totales de soja, con 32,85 millones de toneladas de soja exportadas a China el año pasado, o el 34,4 por ciento de las importaciones totales de China.