RIO DE JANEIRO, 27 abr (Xinhua) -- El ministro brasileño de Seguridad Pública, Raul Jungmann, ordenó hoy a la Policía Federal, que depende de su cartera, investigar la filtración de informes que vinculan al presidente de Brasil, Michel Temer, en lavado de dinero.
"En el Estado democrático de derecho no es admisible comprometer el legítimo derecho de defensa y la presunción de inocencia de cualquier ciudadano o del señor presidente de la República", dijo Jungmann, citado por la prensa local.
"La violación del sigilo profesional por parte de los responsables de la conducción de ésta o de cualquier otra investigación, es una conducta pasible de sanción administrativa-disciplinaria, civil y penal. Además, va en contra del reconocido profesionalismo de las instituciones investigadoras", agregó.
Este viernes, el diario "Folha de Sao Paulo" publicó un reportaje sobre una investigación de la Policía Federal, donde se sospecha que Temer lavó dinero de sobornos en inmuebles de la familia.
El caso se refiere a un polémico decreto sobre el sector portuario, por el cual pudieron verse beneficiadas algunas empresas a cambio de sobornos.
Según el diario paulista, Temer habría lavado dinero ilegal por medio de adquisiciones y remodelaciones en residencias de familiares con ayuda de dos amigos personales.
Las personas involucradas son el coronel retirado de la Policía Militar Joao Baptista de Lima Filho y José Yunes, ex asesor especial de Temer en la Presidencia que dimitió en diciembre de 2016 tras ser citado en una delación sobre corrupción.
Temer declaró este viernes que la investigación de la Policía Federal en su contra es una "persecución criminal" y que la sospecha de que lavó dinero a través de inmuebles no tiene "sentido".
El mandatario consideró que se ha convertido en el blanco de mentiras que alcanzan su honor y a su familia, al tiempo que "personas de mala fe" intentan "desmoralizar la figura del presidente de la República".
En un discurso de 14 minutos, Temer afirmó sufrir una "persecución criminal encubierta de investigación".
"Vengo aquí una vez más para protestar contra mentiras que se lanzan contra mi honor", enfatizó el presidente.
"No se trata de mentiras asociadas a mi posición, es contra mi honor y, peor aún, mentiras que afectan a mi familia y mi hijo que tiene hoy nueve años de edad; yo trabajo desde hace casi 60 años", señaló.
"Sólo un irresponsable y malintencionado se atrevería a tratar de incriminar a mi familia, mi hija, mi hijo de nueve años, como lavadores de dinero", dijo.
"Decir que lavé dinero en una casa alquilada. Decir que gasté dos millones de reales. ¿En qué mundo estamos? Digo a los señores que es revuelta, es un disparate", enfatizó.
El presidente repasó su trayectoria como abogado, profesor universitario, procurador en el estado de Sao Paulo y vicepresidente, entre otros cargos, para justificar que los importes involucrados en las transacciones investigadas son compatibles con sus ingresos acumulados.