RIO DE JANEIRO, 27 abr (Xinhua) -- La Fiscalía brasileña revisará el acuerdo de delación al que llegó con las autoridades el exministro del Partido de los Trabajadores (PT) Antonio Palocci, destacada figura del gobierno durante los mandatos de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y Dilma Rousseff (2011-2016).
Palocci, quien se encuentra preso desde septiembre de 2016 en Curitiba por su vinculación con la gran red de corrupción alrededor de la petrolera estatal Petrobras, cerró esta semana un acuerdo de delación con la Justicia, según informó el diario O Globo. Anteriormente, ya lo había intentado sin éxito varias veces al considerar la Fiscalía que no ofrecía suficientes informaciones sobre las corruptelas.
Tras divulgarse el acuerdo de delación, la fiscal general de Brasil, Raquel Dodge, afirmó hoy que las negociaciones no se realizaron "en la jurisdicción de Brasilia", lo que obligará a la Fiscalía y al Ministerio Público Federal a estudiar los detalles del acuerdo para decidir si lo homologa o no.
Dodge aseguró que "todo necesita ser analizado con mucho cuidado" y no descartó la anulación de la delación.
La delación de Palocci era muy buscada por la Policía Federal brasileña y la Fiscalía, debido a la importancia política que tuvo y los conocimientos de ilegalidades que pueda exponer.
Actualmente, hay una disputa entre la Policía Federal y el Ministerio Público Federal en torno a la competencia de los órganos para tratar los acuerdos de colaboración, aunque la palabra final la tendrá el Supremo Tribunal Federal.
El Ministerio Público entiende que tiene competencia constitucional exclusiva para promover tales acuerdos, pero la Policía reivindica el derecho de realizarlos también.
Palocci fue condenado por el juez Sergio Moro en junio del año pasado a 12 años de prisión por blanqueo de capitales y corrupción pasiva que involucraban a la constructora Odebrecht y un contrato para la edificación de las sondas de Sete Brasil y de Astillero Enseada do Paraguazú.
En declaraciones ante el juez Sergio Moro, meses después, el exministro afirmó que Lula avaló un "pacto de sangre" en el que la empresa Odebrecht se comprometió a pagar 300 millones de reales (86 millones de dólares) en comisiones al PT entre el final del gobierno de Lula y los primeros años del gobierno de su sucesora.