WASHINGTON, 1 may (Xinhua) -- La Casa Blanca dijo el martes que el histórico acuerdo nuclear iraní de 2015 se firmó "de manera fraudulenta", mientras que el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) de la ONU reiteró el mismo día que no había encontrado ninguna prueba de desarrollo de un arma atómica por parte de Teherán después de 2009.
"La capacidad nuclear iraní estaba mucho más avanzada e iba mucho más lejos de lo que nunca llegaron a decir", afirmó la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, en una rueda de prensa diaria.
"El pacto se acordó en virtud de cosas que no eran exactas. Y tenemos un gran problema con eso", añadió Sanders, en referencia al acuerdo firmado durante el gobierno de Barack Obama entre Irán y el llamado grupo P5+1, integrado por Alemania, China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia.
Las declaraciones de Sanders se hacen eco de la dureza con que ha hablado estos días el presidente estadounidense, Donald Trump, sobre un acuerdo que se considera que ha aportado beneficios claros y tangibles al limitar el programa nuclear iraní.
El mandatario se ha fijado como fecha tope el 12 de mayo para decidir si su país se retira o no del pacto.
Frente a la acusación de Washington, el OIEA reafirmó el martes en un comunicado que no tenía "indicios creíbles de actividades en Irán relacionadas con el desarrollo de un artefacto explosivo nuclear después 2009".
Añadió que sus consideraciones sobre el asunto eran definitivas.
El lunes, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, presentó en una retransmisión televisada documentos obtenidos presuntamente por los servicios de inteligencia de su país que prueban, a su juicio, que la república islámica ha trabajado en secreto en el desarrollo de armas nucleares.
Sanders afirmó en dicha sesión informativa que Estados Unidos había sostenido discusiones con Israel y que les notificaron la cuestión "antes de efectuar el anuncio".
El martes, el Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, a través de su vocero Bahram Qasemi, aseguró que las acusaciones de Netanyahu eran una mentira destinada a influir en la decisión de Trump.
"La propaganda ridícula del primer ministro del régimen sionista (de Israel) es un nuevo espectáculo vergonzoso e inútil sobre el programa nuclear de Irán", declaró Qasemi.