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ENTREVISTA: Estabilidad institucional y económica, decisiva en rumbo de América Latina

BUENOS AIRES, 17 may (Xinhua) -- La calidad de las instituciones y la estabilidad económica son dos aspectos decisivos a la hora de explicar el mayor o menor riesgo que enfrentan los países emergentes de América Latina, enfatizó hoy jueves el experto argentino Iván Cachanosky.

"Países emergentes son aquellos que se encuentran en vías de desarrollo y, en su camino al desarrollo, pueden ver incrementar o disminuir su riesgo sobre la base de contextos internacionales y los avances en las estabilidades tanto institucionales como económicas", planteó el analista en una entrevista con Xinhua.

Según explicó, "los distintos países tienen distintos riesgos, dependiendo de su calidad en términos de instituciones y estabilidad económica" y en los países más estables el riesgo ante una eventualidad externa será menor.

"Desde que el dólar comenzó a apreciarse el 16 de abril de este año, los riesgos de países de la región se incrementaron relativamente poco, con excepción de Argentina: Colombia (+5), Perú (+7), Chile (+8), Brasil y Uruguay (+13). No obstante, Argentina incrementó su riesgo en 81 puntos", puso a modo de ejemplo.

A su juicio, "la diferencia de Argentina con el resto es una débil calidad institucional y una economía con un desequilibrio preocupante, un déficit fiscal de 6 por ciento y un déficit en cuenta corriente del 4,8 por ciento. La calidad institucional de Brasil no es buena, pero sí tiene una economía más ordenada. Muestra de esto es que hace poco vivió una gran crisis y su recuperación fue rápida, por lo que este año se espera que ese país crezca un 2,2 por ciento".

"Es clave que las reglas de juego sean claras. Aquí es donde es de suma importancia respetar los derechos de propiedad y que las reglas sean iguales para todos. Cuando hay estabilidad y predictibilidad en los contratos, las condiciones son más amigables para llevar inversiones adelante. Más inversiones es más crecimiento y más empleo. Por el contrario, si las reglas de juego cambian todo el tiempo, lo que reina es la incertidumbre y el riesgo de invertir se incrementa", enfatizó.

A ello se suma, puntualizó, la importancia de la estabilidad económica. "Países con superávit fiscal, baja inflación, baja presión tributaria y gasto público acotado suelen generar condiciones amigables para atraer inversiones".

Señaló además que es necesario "combatir la corrupción" y conseguir "equilibrios económicos".

"Si el país no tiene exceso de gasto y sus ingresos son superiores, entonces tendrá mayor estabilidad. En cambio, en aquellos países en los cuales los gastos son superiores a los ingresos, la sensación es distinta y se les presta más atención a la disponibilidad de reservas", sostuvo.

En el caso de Argentina, Cachanosky se refirió a la necesidad de reducir el déficit fiscal, un punto que en las últimas dos semanas cobró relevancia ante la turbulencia cambiaria en el país.

"Para evaluar cómo reducir el déficit, lo mejor es analizar qué se incrementó en los últimos años. Entre el 2003 y el 2015 el gasto público pasó de un 30 por ciento del PIB a un 46 por ciento. Es decir, se incrementó un 16 por ciento. De este incremento, los aumentos fueron aproximadamente un 4 por ciento para subsidios sociales (planes sociales), jubilaciones, subsidios económicos (al consumo de electricidad, gas, agua, transporte...) y empleo público", detalló el economista.

Para Cachanosky, "el recorte debería venir por estas variables que se incrementaron. Ahora, es importante distinguir los 'gastos rígidos' a la baja y los menos rígidos a la baja. Tanto los planes sociales como las jubilaciones son un 'gasto rígido' que tiene un costo político alto en caso de que se reduzcan. Por lo que el gasto más fácil de bajar es el de los subsidios económicos (incrementar las tarifas) y el empleo público".

Admitió que el Gobierno argentino "redujo los subsidios económicos, pero a su vez incrementó los subsidios sociales de manera similar. De esta manera, el ajuste lo está haciendo el sector privado y no el público. Sería bueno que el Estado también se ajuste el cinturón y reduzca el gasto en empleo público".