BERLIN, 23 may (Xinhua) -- El número de británicos que obtuvo la ciudadanía en Alemania aumentó de manera importante por segundo año consecutivo desde que Reino Unido decidió abandonar la Unión Europea (EU) en junio de 2016, se indicó hoy en cifras oficiales de la Oficina Federal de Estadísticas.
De acuerdo con la Oficina Federal de Estadísticas, 7.493 británicos obtuvieron la ciudadanía alemana en 2017, lo que marca un incremento de 162 por ciento en comparación con el año anterior.
Entre 2015 y 2016, las solicitudes británicas para obtener la ciudadanía de la economía más grande de la UE ya se habían cuadruplicado.
La Oficina Federal de Estadísticas señaló que sólo 5.092 británicos obtuvieron la ciudadanía alemana en los 15 años previos a 2015, lo que apunta a que las preocupaciones respecto al Brexit fueron un factor mayor que contribuyó a la tendencia al alza.
En un informe reciente, la Federación de Industrias Alemanas (BDI) advirtió que Reino Unido ya está sufriendo los efectos negativos de su decisión de abandonar el bloque. El país se ha convertido en la economía de peor desempeño de la UE en términos de crecimiento de producto interno bruto (PIB) desde 2016.
El director de BDI, Dieter Kempf, dijo que la mejor recomendación para Reino Unido sería emular los modelos de casi miembros de la UE de Noruega y Suiza para evitar un mayor daño económico y proteger los derechos actuales que sus ciudadanos disfrutan en todo el bloque.
Aunque no son países miembros de la UE, Noruega y Suiza son miembros del área de viaje de Shengen y de la unión aduanera de la UE, acatan sus cuatro libertades de movimiento de productos, servicios, capital y gente y están sujetos a la jurisdicción de la Corte Europea de Justicia.
Hasta ahora, Londres ha rechazado todas estas propuestas y en su lugar ha pedido desarrollar un vago acuerdo "particular" con la UE. No obstante, la Comisión Europea y los jefes de Estado europeos son cada vez más escépticos acerca de la viabilidad y conveniencia de algo así.
Un punto complicado clave en las negociaciones sigue siendo la frontera terrestre entre la República de Irlanda, que permanecerá en la UE después del Brexit, e Irlanda del Norte de Reino Unido, un tema respecto al cual el gabinete británico también está dividido internamente.
El grado en el que Reino Unido siga reproduciendo las regulaciones de la UE después del Brexit tendrá implicaciones de largo alcance para la ciudadanos británicos y puede potencialmente eliminar su derecho a moverse libremente por el bloque en busca de trabajo.