BERLIN, 29 may (Xinhua) -- La canciller de Alemania, Angela Merkel, propuso el lunes en la noche introducir un nuevo impuesto a los datos en la economía digital.
En la Cumbre de Soluciones Globales en Berlín, Merkel subrayó que los productos físicos intermediarios ya tienen un valor financiero asignado y son gravados en consecuencia. Ella argumentó que los datos digitales usados por las compañías con propósitos comerciales también necesitan ser "considerados en nuestro sistema tributario".
La canciller pidió a los científicos hacer sugerencias concretas para una reforma que incluya la manera de fijar precios a los datos.
Merkel advirtió que el fracaso para abordar los vacíos actuales crearía un mundo profundamente injusto donde algunas personas ofrecerían sus datos gratuitamente y otros ganarían rendimientos por este recurso.
La idea de ofrecer al usuario en línea alguna forma de compensación financiera por sus datos, lo que constituye el valor agregado clave para las compañías de redes sociales como Facebook, no es nueva. No obstante, los comentarios de Merkel constituyen la primera vez que una líder global ha adoptado públicamente la causa.
"El precio de los datos, en especial los de los consumidores, es el tema de injusticia central del futuro", dijo la canciller. Ella enfatizó que esa información se ha vuelto fundamental para el modelo de negocios de muchas compañías en la economía digital que generaron ingresos con publicidad personalizada.
De acuerdo con Merkel, las discusiones actuales en la Unión Europea (UE) respecto a cómo gravar a las grandes compañías estadounidenses como Google y Amazon sólo subrayan la urgencia de los problemas en el régimen regulador actual que controla el comercio electrónico. La situación generó la pregunta de si los modelos de impuestos sobre sociedades tradicionales siguen siendo apropiados, o si los legisladores deben recurrir mejor al impuesto sobre ingresos para garantizar un marco de igualdad entre las compañías digitales y las que no lo son.
Muchas empresas en línea pagan considerablemente menos impuestos en Europa que las manufactureras industriales tradicionales o los comerciantes minoristas principales. Las compañías digitales así se benefician de su carácter no físico, lo que les permite canalizar los beneficios europeos a través de jurisdicciones de impuestos bajos como Irlanda y Luxemburgo.
La Comisión de la Unión Europea ha anunciado planes tentativos para gravar los ingresos de las grandes compañías digitales con al menos 750 millones de euros (866 millones de dólares) en los ingresos globales anuales y las ventas en línea con un valor de 50 millones de euros en Europa a una tasa de 3 por ciento. Los impuestos serían establecidos en los países donde los usuarios están asentados físicamente y, por lo tanto, donde se consiguen las ventas individuales.
Pero los planes requieren también el consentimiento unánime de los miembros de la UE que siguen evitando el tema. Mientras que Alemania y Francia son consideradas como las principales fuerzas conductoras detrás de los cambios, los países con impuestos bajos como Irlanda, Luxemburgo y Malta han advertido que las reformas podrían abrir un nuevo frente en una guerra comercial entre Bruselas y Washington.