GINEBRA, 4 jun (Xinhua) -- La principal estrategia de Estados Unidos para lidiar con la pobreza extrema es criminalizar y estigmatizar a quienes necesitan ayuda, se indicó hoy en un informe de un experto independiente de la ONU.
"Que uno de los países más ricos del mundo tenga 40 millones de personas viviendo en la pobreza y más de cinco millones viviendo en condiciones de 'Tercer Mundo' es cruel e inhumano", dijo en el nuevo informe, el relator especial de la ONU sobre pobreza extrema y derechos humanos, Philip Alston.
El informe, que será presentado al Consejo de Derechos Humanos de la ONU el 21 de junio, presenta las conclusiones de Alston tras una visita de investigación realizada a California, Alabama, Georgia, Virginia Occidental y Washington D.C. entre el 1 y el 15 de diciembre del año pasado.
"La administración Trump ha establecido incentivos fiscales enormes para las corporaciones y para los muy ricos, pero ha emprendido un ataque sistemático al sistema de bienestar", dijo.
Alston dijo que la estrategia parece haber sido pensada para maximizar la desigualdad y sumir en la penuria a millones de estadounidenses trabajadores y a quienes no pueden trabajar.
"Encerrar a los pobres precisamente porque son pobres, exagerar mucho la cantidad de fraudes en el sistema, avergonzar a quienes necesitan ayuda y concebir cada vez más obstáculos que impiden a la gente obtener beneficios necesarios no es una estrategia para reducir o eliminar la pobreza", dijo el experto de la ONU.
Alston dijo que la política parece estar impulsada sobre todo por el "desprecio" e "incluso por el odio" hacia los pobres junto con una mentalidad de "el ganador se lo lleva todo".
Alston fue nombrado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para analizar la pobreza y los derechos humanos en los países del mundo.
El experto dijo que la evidencia de sus observaciones se encuentra en todas partes en Estados Unidos.
"En relación con Skid Row en Los Angeles, 14.000 indigentes fueron arrestados en el 2016 por orinar en público mientras que los arrestos en general en la ciudad declinaron", dijo.
En 2016 sólo había nueve baños públicos disponibles para cerca de 1.800 indigentes en Skid Row, un distrito empobrecido del centro de Los Angeles.
La proporción de un baño público para cada 200 individuos no cumple siquiera con el estándar mínimo establecido por la ONU para los campamentos para refugiados sirios.
"El sistema legal es utilizado para aumentar los ingresos de los estados, no para promover la justicia, un problema omnipresente en el país", dijo Alston.