Henan, 07/08/2018 (Pueblo en Línea) – Una mujer retenida en contra de su voluntad en una casa en la provincia de Henan, en el centro de China, fue rescatada por la policía el miércoles después de que la mujer marcara el número de emergencia 110 para pedir comida para llevar.
Zhang Shujuan, de 49 años, una oficial de policía de la Oficina de Seguridad Pública de Xinxiang, estaba respondiendo llamadas telefónicas cuando una joven al otro lado de la línea pidió comida para llevar.
La llamada telefónica entró a las 2:42 p.m., y Zhang dijo que respondió como de costumbre, "Hola, este es el centro de emergencias 110", cuando escuchó a una joven que decía: "Mándame algo de comida, haré un pedido más tarde".
Dado que el centro de emergencia a veces recibe llamadas destinadas a la entrega de alimentos, Zhang pensó que era una de esas llamadas.
Cuando Zhang repitió que estaba llamando al centro de emergencia, la joven dijo: "Lo sé, lo sé", y repitió: "Mándamela aquí, y haré el pedido más tarde".
"Lo siento, no tenemos servicio de entrega de comida a domicilio", dijo Zhang. Entonces la joven dijo en voz baja: "Por favor, mándame la comida, no puedo salir. Si pudiera, no pediría que me enviases la comida".
Al escuchar eso, Zhang se dio cuenta de que la mujer tenía problemas. "Está bien, ¿dónde deberíamos enviarlo?" La joven inmediatamente le dijo la dirección, enfatizando, "Llevo una bata blanca, una camiseta negra y el pelo con una trenza".
Zhang preguntó si alguien estaba cerca de ella y la estaba presionando. La joven respondió "Sí" y preguntó: "¿Cuándo llegarás?"
"Llegaremos lo antes posible", dijo Zhang.
Debido a que la joven estaba en el área urbana de la ciudad de Xinxiang, Zhang reportó el caso al buró de seguridad pública de la ciudad. La policía pronto llegó al lugar para ayudar a la mujer a salir.
La persona que llamó pidiendo ayuda, una mujer de apellido Li, de 20 años, dijo que vino a Xinxiang recientemente después de conocer a un hombre a través de internet. El hombre dijo que la ayudaría a encontrar un trabajo en Xinxiang, pero cuando llegó, fue retenida en contra de su voluntad en una casa. Cuando ella le preguntó si podía comida a domicilio, tuvo la oportunidad de llamar a la policía.