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Ley Helms-Burton es un acto del "imperialismo" contra Latinoamérica, señala Cuba

LA HABANA, 21 mar (Xinhua) -- El director de Estados Unidos en el Ministerio cubano de Relaciones Exteriores (Minrex), Carlos Fernández de Cossío, afirmó hoy que la Ley Helms-Burton es un "acto del imperialismo" contra América Latina, y aseveró que no es aplicable en Cuba.

Durante un intercambio con usuarios de Facebook y Twitter sobre el anuncio de la activación parcial de la legislación por el gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, Fernández de Cossío alertó sobre la necesidad de que los latinoamericanos estén informados al respecto.

"Es muy importante que compartamos información, que nos unamos y que denunciemos a la Ley Helms-Burton como un acto del imperialismo contra toda nuestra América", subrayó.

Las declaraciones del funcionario cubano se producen al cumplirse el plazo dado por el Departamento de Estado de EEUU para la entrada en vigor del título III de la Ley Helms-Burton, que fue postergada sólo por 45 días a partir del pasado 1 de febrero, en lugar de seis meses como había sido la práctica desde su promulgación en 1996.

La normativa, en especial su título III, permite a los ciudadanos estadounidenses presentar demandas judiciales en tribunales de la nación norteña contra compañías o personas de terceros países que usen bienes confiscados por el gobierno cubano a ciudadanos o empresas de Estados Unidos después del triunfo de la revolución liderada por Fidel Castro en 1959.

Por el carácter extraterritorial de este capítulo, la Ley Helms-Burton es considerada una injerencia en la jurisdicción de esos países y una violación de su soberanía.

Acerca de su posible aplicación en Cuba, Fernández de Cossío ratificó que es nula, porque es una ley de Estados Unidos.

"La Ley Helms-Burton no es aplicable en Cuba, en primer lugar, porque es una ley de Estados Unidos y por tanto su jurisdicción, su espacio de aplicación, es en Estados Unidos. Ningún país soberano que se respete permitiría la aplicación extraterritorial de una ley de Estados Unidos o de otro país en su territorio", explicó.

Añadió que la isla tiene la Ley de Reafirmación de la Dignidad y Soberanía Cubanas, aprobada en 1996, que declara nula y sin valor alguno a esa legislación estadounidense.

Fernández de Cossío afirmó que esa ley persigue disuadir la posibilidad de inversiones extranjeras en la isla, como parte del objetivo principal del cerco dirigido a generar escasez, privaciones y hambre en la población para doblegar la voluntad política popular, y que eso diera pie a un derrocamiento del gobierno revolucionario.

Ratificó que Cuba está dispuesta -como planteó en la década de 1960 pero Estados Unidos rechazó- a entrar en un proceso de negociación con Washington en busca de un acuerdo de suma total para que puedan ser compensados los 5.903 antiguos reclamantes.

Aclaró que en esa negociación habría que valorar también la indemnización a la que tiene derecho Cuba por los daños materiales, sentimentales y personales ocasionados por los años de agresión militar, el terrorismo, las sanciones económicas y privaciones de diversos tipos provocadas por Estados Unidos, por lo que sería un "acomodo de compensaciones mutuas".

El diplomático se refirió a la "incapacidad" del gobierno estadounidense de aceptar que "Cuba es un país soberano", y su pueblo tiene una "voluntad firme, sostenida, de defender ese derecho soberano a construir su propio futuro".

"Hemos logrado vencer dificultades y períodos duros del pasado, y seremos capaces de hacerlo en estos momentos", concluyó Fernández de Cossío.