LA HABANA, 5 jun (Xinhua) -- Las limitaciones de viajes a Cuba establecidas desde hoy por Estados Unidos "desdeñan la opinión de los ciudadanos estadounidenses de diferentes sectores que están a favor de una relación respetuosa con Cuba", afirmó el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
Esas medidas del gobierno de Estados Unidos contrastan con los 650.000 norteamericanos y el medio millón de cubanos residentes en Estados Unidos que viajaron a Cuba en 2018, escribió este miércoles el canciller en su cuenta de Twitter.
Bruno Rodríguez dijo que la política exterior de Estados Unidos, promovida por el asesor de Seguridad Nacional estadounidense, John Bolton, es la principal amenaza a la paz y la estabilidad de América Latina y el Caribe, y acotó que la Doctrina Monroe que Estados Unidos invoca "es una agresión a la soberanía y a la libre determinación de nuestros pueblos".
Las nuevas regulaciones anunciadas el martes por el gobierno estadounidense incluyen la suspensión de los viajes culturales y educativos de sus ciudadanos a Cuba, y también las visitas en aviones privados y corporativos, cruceros, veleros, barcos de pesca y embarcaciones similares.
Esas disposiciones incluyen una exención que autoriza ciertas visitas educativas de grupos, previamente autorizadas, pero sólo si la persona ya completó al menos una transacción relacionada con el viaje, como la compra de un boleto o la reserva de alojamiento en Cuba, antes del 5 de junio.
Con respecto a la aeronáutica civil, las únicas aeronaves que siguen autorizadas para volar a Cuba son las comerciales que poseen Certificados de Operador de Transporte Aéreo, u otras especificaciones de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos, de acuerdo con las medidas puestas en vigor este miércoles.
Con anterioridad al 5 de junio, los estadounidenses podían viajar a Cuba si cumplían con algunas de las 12 categorías establecidas por Estados Unidos, como visitas gubernamentales, actividades de medios de comunicación o centros de investigación, proyectos educativos, religiosos y médicos.
Para las autoridades cubanas, se trata de un nuevo intento de Estados Unidos por asfixiar la economía de Cuba y así presionar en pos de un cambio de régimen, a la vez que se recrudece el bloqueo de seis décadas sobre la nación caribeña y se viola el derecho internacional.